viernes, 10 de agosto de 2007

Luc Delannoy: MÚSICA Y NEUROCIENCIAS




Busca experto demostrar que la música es tan indispensable como respirar o comer

Luc Delannoy dictará una conferencia sobre sonoridad y emociones, en el Cenidim.

Uno de los retos del filósofo y musicólogo Luc Delannoy consiste en ''demostrar científicamente que la música es indispensable para la sobrevivencia del ser humano. Tanto como respirar y comer".

Para ello, desde hace 15 años se adentró en el estudio y la aplicación de las neurociencias, en específico de la neuromusicología, campo que permite entender cómo funciona el aprendizaje y proponer métodos de enseñanza distintos, así como evitar problemas físicos, motores o neurológicos.

Nacido en Bruselas, Bélgica, en 1955, el especialista en fenomenología, hermeneútica y neuromusicología sostiene que la musical es una facultad inherente a la naturaleza humana y no una capacidad adquirida, sin negar las funciones culturales y sociales que cumple el arte sonoro.

Autor de Carambola y Caliente! Una historia del jazz latino, libros editados por el Fondo de Cultura Económica, Delannoy dictará hoy, a las 12 horas, la conferencia Las emociones y la música, en el Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información Musical Carlos Chávez (Cenidim), en Churubusco y Tlalpan.

-¿Por qué relaciona el estudio de la filosofía con el de la musicología? -se le pregunta en entrevista con La Jornada.
-Estudié ambas disciplinas porque pienso que van de la mano, y comencé a abordar las neurociencias hace 15 años. Esto, porque me encontré en un callejón sin salida en el ámbito filosófico y miré por las ciencias a ver si éstas podían formular nuevas preguntas que la filosofía no podía atender. Entonces relacioné la neurociencia con la filosofía, la filosofía de la ciencia, la filosofía de la mente y obviamente la música.
Me pareció normal o natural tender un puente entre filosofía y neurociencias. Dentro de éstas se encuentran la neuroestética y la neuromusicología. La primera, enfocada más al aspecto de la corteza visual; mientras la segunda se enfoca más a la corteza auditiva.

-¿Cuál es el objeto de estudio de la neuromusicología?
-Es el estudio de la mente musical, por tanto, del cerebro musical. Hasta la fecha se ha estudiado la música para entender al ser humano, pero nosotros lo hacemos a la inversa: estudiamos el cerebro humano para entender la música.
Los descubrimientos de todas las zonas cerebrales que involucra la música permiten entender mejor cómo funciona el ser humano y el aprendizaje, y proponer métodos de enseñanza distintos para evitar problemas físicos, neurológicos o motores en los alumnos.

Naturalizar la música, es decir, buscar sus fundamentos naturales, permite entender mejor al ser humano, y al entenderlo mejor podemos desarrollar actividades, metodologías nuevas que le faciliten integrarse mejor a la sociedad y, con ello, proponer un mundo distinto.

De eso se trata. No hay una ideología detrás de todo eso, pero sí una propuesta diferente de sociedad hacia un mundo distinto, en el cual, por ejemplo, la conciencia estética del hombre pueda desarrollarse y dedicar más tiempo a las expresiones artísticas y la cultura que a otras actividades. Todo mundo se está matando y es mejor dedicarse a actividades del espíritu.

Además, a nivel de musicoterapia, al entender mejor los procesos neuronales, pueden desarrollarse propuestas nuevas para ayudar a niños con autismo, síndrome de Down y otros problemas de salud mental. En México, los de déficit de atención son de los más comunes. Por ello una organización me pidió desarrollar algo con base en la musicología. En el terreno práctico, sí hay muchas cosas que hacer, y ahí se demuestra que la filosofía es algo práctico, no sólo abstracto."
La música es una facultad natural
-¿La musicalidad es una facultad inherente a la naturaleza humana o un conocimiento adquirido?
-Este aspecto implica un debate sobre innatismo, es decir, si nacimos con una mente virgen o si ya hay algo en ella al nacer. Soy defensor de esta teoría y creo que nacemos con facultades innatas, entre ellas predisposiciones musicales. Esto significa que la forma que tiene el recién nacido de relacionarse con el mundo exterior y su propio mundo interno es protomusical.
El cerebro es un órgano que se autorganiza, sin embargo, ya están presentes las facultades y lo que hace uno con ellas depende del entorno social. La música es, por tanto, una facultad natural, no un conocimiento cultural. Esto no significa que no tenga funciones culturales ni sociales."

-¿Cómo se relaciona la música con el factor inteligencia y las emociones?
-En el mundo occidental hubo una relación muy estrecha entre filosofía, matemáticas y música. Después de Egipto y Babilonia, hubo una ruptura fuerte en las matemáticas griegas, la cual se debió al filósofo Parménides, quien fue el primero en introducir el razonamiento apagógico, es decir, el razonamiento por lo absurdo; por ejemplo, para demostrar que algo es verde, se demuestra que no es de otro color.
Este razonamiento fue aplicado a las matemáticas, y las matemáticas griegas en aquel tiempo comenzaron a introducir razonamiento deductivo para demostrar algo. Allí nació la primera crisis de las matemáticas, crisis que no se aplicó a la música.

Posteriormente hubo una especie de triángulo en el que, por un lado, estaba Pitagóras, del otro lado Parménides y arriba Aristoxenus, teórico griego que hizo de la música una disciplina autónoma. Las tres áreas estaban muy relacionadas desde el principio. Luego, la música comenzó a desarrollarse de manera autónoma.
La segunda revolución grande fue el invento, entre comillas, de la notación musical en Occidente y la revolución de Galileo. Allí se volvieron a encontrar matemáticas, filosofía y música.

Menciono esto porque Pitágoras pensaba que la música era un número; Aristoxenus, su discípulo, consideraba que la música generaba emociones y sensaciones, y que lo importante en la música es precisamente ese aspecto sensorial al que Pitágoras no prestaba atención.
Desde aquel tiempo, en el mundo occidental se ha concebido a la música o de forma demasiado matemática, que la esencia de la música es el número; o al contrario, que la música provoca sensaciones, emociones, reacciones físicas.
Ahora, las emociones no son sólo cerebrales, implican reacciones de organismo y cuerpo. Sí hay una relación muy fuerte entre las músicas y las emociones.

En cuanto a la inteligencia, primero debemos definirla. Platón consideraba que lo mejor que puede pasar es el mundo inteligible, es decir, el mundo del intelecto, el mundo de la razón; luego vino Aristóteles y consideró que no era tan así, que hay también el mundo sensible.

En el sentido de intelecto y razonamiento, la música tiene que ver con eso, pero no exclusivamente. Me voy por la tangente, y podremos decir que hay emociones inteligentes, o el ya famoso concepto de la inteligencia emocional. Pero ese es otro rollo.

ANGEL VARGAS

10/03/06


http://www.jornada.unam.mx/2006/03/10/a05n1cul.php

http://concienciamusical.blogspot.com/ (blog Luc Delannoy)

No hay comentarios:

VISITAS