domingo, 20 de enero de 2008

La lactancia materna en el desarrollo neurológico del niño

20/01/08 Es ampliamente conocido que la leche materna es un alimento excelente para los recién nacidos y lactantes, que tienen muchas ventajas sobre las fórmulas artificiales, con propiedades inmunológicas y anti-infecciosas en cuadros diarreicos, sepsis neonatal, otitis media e infecciones respiratorias, además de factores protectores, como proteínas, glicoproteínas y lípidos.

Su administración en los primeros seis meses de vida como alimento único reduce la posibilidad de desarrollo de alergias alimentarias, y puede tener un efecto protector contra enfermedades que se desarrollan más tarde en la vida, como la diabetes mellitus insulino-dependiente, enfermedades inflamatorias intestinales y cáncer en la infancia. La leche materna constituye el alimento ideal los primeros seis meses de vida, pudiendo extenderse hasta el año de edad, lo cual garantiza un crecimiento y desarrollo óptimo.

Se considera que la leche materna favorece un buen desarrollo neurológico. Los ácidos grasos poliinsaturados contenidos en la leche materna favorecen el desarrollo neuronal a nivel cerebral y en la retina. Los lactantes que han recibido ácidos grasos poliinsaturados en forma temprana en la vida presentan una mejor agudeza visual.

En un estudio de neurodesarrollo en lactantes de cuatro meses de edad, se evidenció una mejor actuación neurológica en los niños alimentados con leche materna y con fórmulas adicionadas de ácidos grasos poliinsaturados que la de los alimentos con fórmulas sin suplementos.

La mayoría de los estudios que han valorado la asociación de la lactancia materna y el desarrollo cognoscitivo, parece mostrar que el coeficiente intelectual es más alto en los niños alimentados con leche materna. El contacto prolongado de la piel de la madre con su hijo, favorece lazos afectivos y estimula el desarrollo cognitivo.

Algunos investigadores han seguido la evolución neurológica en niños alimentados con leche materna por lo menos durante seis semanas y en niños alimentados con fórmulas lácteas, encontrando que existen diferencias en la calidad de movimientos en la valoración neurológica en los niños alimentados con leche materna en las primeras seis semanas de vida.

Las evidencias parecen estar a favor del efecto benéfico de la alimentación con leche materna en el desarrollo neurológico del niño. Los ácidos grasos poliinsaturados presentes en la misma, tienen influencia en el desarrollo estructural del sistema nervioso y se ha demostrado el acumulo del ácido decosahexaenoico en la retina y en el cerebro en crecimiento. Por otra parte, la leche humana contiene hormonas y factores tróficos que pueden tener influencia en el crecimiento y la maduración cerebral.

Todos los pediatras, médico general o personal de salud que esté involucrado en la vigilancia de mujeres embarazadas, recién nacidos y lactantes, tienen la obligación de esforzarse en facilitar e impulsar la lactancia materna.

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