astral. En la zona A: precúneo que comprende la superficie del lóbulo parietal superior. En la B, la parte posterior del tálamo
extendiéndose al vermis superior del cerebelo.
Científicos belgas observan qué ocurre en el encéfalo cuando un paciente sufre una 'evasión del propio cuerpo', fenómeno que relatan algunos epilépticos y moribundos
3 de Noviembre de 2007, número 729
PATRICIA MATEY
Suele decirse que siempre hay una explicación racional o científica para todo, o para casi todo, y el caso de los viajes astrales parece que no es una excepción. Un grupo de científicos belgas ha conseguido visualizar los cambios que se producen en el cerebro de un paciente mientras vivía una experiencia de este tipo, hasta ahora perteneciente al terreno de lo psicológico y de lo esotérico.
Dirk De Ridder y su equipo del Hospital Universitario Amberes, en Bélgica, pudieron observar cómo su paciente de 63 años realizaba un desdoblamiento astral',' una situación en la que la entidad psíquica se desprende o se separa del cuerpo, mientras era sometido a una estimulación eléctrica cerebral para tratar un problema de tinnitus, zumbido constante en los oídos.
CON DESCARGAS
«El trabajo es muy original porque estudia la parte de la corteza cerebral que está involucrada en el fenómeno que se conoce como autoscopia, que es una alteración consistente en percibirse a sí mismo como un doble. Este fenómeno se puede producir en personas sanas que se encuentran en un estado de fatiga excesiva, por intoxicación debida a algún tipo de drogas, en los afectados de epilepsia o con tumores cerebrales», recuerda el doctor César Viteri, del servicio de Neurología, de la Clínica Universitaria de Navarra. También ha sido relatado de forma frecuente por aquéllos que están a las puertas de la muerte.
Los autores de la investigación, publicada en el último número de la revista 'The New England Journal of Medicine,' decidieron realizar la estimulación eléctrica, que según el doctor Viteri, «no es una terapia muy utilizada», tras comprobar que el enfermo no respondía a los tratamientos farmacológicos, como los antiepilépticos, los antidepresivos y los antipsicóticos.
Para llevar a cabo el trabajo, el neurocirujano usó la captación de imágenes por resonancia magnética (RM) para identificar y ubicar el objetivo exacto dentro del cerebro donde se quieren enviar las señales.
Los investigadores estimularon de forma reiterada la zona temporal superior del lado derecho con descargas de distinta frecuencia. Así, aquélla descarga en la que la potencia era cero se consideró como placebo. El trabajo demuestra que al segundo de producirse la primera estimulación, el enfermo entró en la percepción de desdoblamiento.
Sin embargo, en este caso, el paciente no sentía que su viaje extracorpóreo le situara por encima, como relatan la mayoría de los afectados, si no a 50 cm por detrás de su propio cuerpo y hacia la izquierda. En cambio, cuando la descarga era nula (placebo), el enfermo no experimentó ningún '' viaje astral.
Para poder captar cómo se comportaba el cerebro en el momento de la estimulación, los científicos belgas recurrieron al uso de imágenes obtenidas a través de la Tomografía por Emisión de Positrones (PET).
«Se ha sugerido que las experiencias de sentirse fuera del cuerpo proceden de una deficiencia multisensorial en la conjunción tempoparietal del lado derecho. Esta hipótesis se desarrolló a raíz de las lesiones producidas como resultado de la estimulación magnética y de los hallazgos electrofisiológicos en personas sanas y con epilepsia y que han sido observadas con PET y con escáner», determinan los autores en sus conclusiones.
Con la realización del estudio, los científicos belgas creen que la «activación del área donde 'empalman' dos zonas del cerebro conocidas, como giro angular y giro supramarginal, en la región derecha del cerebro, sea la que causa la sensación de desdoblamiento, ya que son las que están relacionadas con la información espacial y la orientación», se insiste en el trabajo.
EN LA MUERTE
«El estudio es, por concepto, muy original y provocativo, y está muy bien diseñado. No obstante, no logra descifrar el enigma de porqué se producen estas experiencias de autoscopia tanto en pacientes con epilepsia, que lo refieren habitualmente o en algunos moribundos, pero sí al menos da pistas de qué zonas están involucradas en este proceso», determina el neurólogo de Navarra.
Una de las razones más importantes para juzgarlo de novedoso es porque, hasta ahora, «se pensaba que los viajes astrales estaban dentro en un terreno considerado propio de la psicología o de la espiritualidad y alejado de lo puramente biológico», razona.
«Me veo a mí misma en la cama»
Aunque el trabajo belga se puede catalogar de original, existen otros casos recogidos en la literatura científica que analizan este tipo de experiencias. De hecho, la revista 'Nature' se hizo eco de un estudio elaborado por el neurólogo Olaf Blanke y sus colaboradores, de la Universidad de Ginebra, de un trabajo en el que una paciente de 43 años que llevaba sufriendo ataques epilépticos desde hacía 11 años relató: «Me veo a mí misma tumbada en la cama, desde arriba», cuando se estaba sometiendo a una estimulación eléctrica de la zona cerebral conocida como giro angular. Según los autores del trabajo, que en sus conclusiones coinciden con las obtenidas por los científicos belgas, en esta zona del cerebro se encuentran todas las claves empíricas que pueden llevar a explicar este tipo de experiencias supuestamente sobrenaturales. No obstante, también los investigadores de Bruselas reconocen que también no comprenden del todo el mecanismo neurológico de estas extrañas sensaciones extracorpóreas que confiesan muchos afectados.
http://www.elmundo.es/suplementos/salud/2007/729/1194044409.html
3 de Noviembre de 2007, número 729
PATRICIA MATEY
Suele decirse que siempre hay una explicación racional o científica para todo, o para casi todo, y el caso de los viajes astrales parece que no es una excepción. Un grupo de científicos belgas ha conseguido visualizar los cambios que se producen en el cerebro de un paciente mientras vivía una experiencia de este tipo, hasta ahora perteneciente al terreno de lo psicológico y de lo esotérico.
Dirk De Ridder y su equipo del Hospital Universitario Amberes, en Bélgica, pudieron observar cómo su paciente de 63 años realizaba un desdoblamiento astral',' una situación en la que la entidad psíquica se desprende o se separa del cuerpo, mientras era sometido a una estimulación eléctrica cerebral para tratar un problema de tinnitus, zumbido constante en los oídos.
CON DESCARGAS
«El trabajo es muy original porque estudia la parte de la corteza cerebral que está involucrada en el fenómeno que se conoce como autoscopia, que es una alteración consistente en percibirse a sí mismo como un doble. Este fenómeno se puede producir en personas sanas que se encuentran en un estado de fatiga excesiva, por intoxicación debida a algún tipo de drogas, en los afectados de epilepsia o con tumores cerebrales», recuerda el doctor César Viteri, del servicio de Neurología, de la Clínica Universitaria de Navarra. También ha sido relatado de forma frecuente por aquéllos que están a las puertas de la muerte.
Los autores de la investigación, publicada en el último número de la revista 'The New England Journal of Medicine,' decidieron realizar la estimulación eléctrica, que según el doctor Viteri, «no es una terapia muy utilizada», tras comprobar que el enfermo no respondía a los tratamientos farmacológicos, como los antiepilépticos, los antidepresivos y los antipsicóticos.
Para llevar a cabo el trabajo, el neurocirujano usó la captación de imágenes por resonancia magnética (RM) para identificar y ubicar el objetivo exacto dentro del cerebro donde se quieren enviar las señales.
Los investigadores estimularon de forma reiterada la zona temporal superior del lado derecho con descargas de distinta frecuencia. Así, aquélla descarga en la que la potencia era cero se consideró como placebo. El trabajo demuestra que al segundo de producirse la primera estimulación, el enfermo entró en la percepción de desdoblamiento.
Sin embargo, en este caso, el paciente no sentía que su viaje extracorpóreo le situara por encima, como relatan la mayoría de los afectados, si no a 50 cm por detrás de su propio cuerpo y hacia la izquierda. En cambio, cuando la descarga era nula (placebo), el enfermo no experimentó ningún '' viaje astral.
Para poder captar cómo se comportaba el cerebro en el momento de la estimulación, los científicos belgas recurrieron al uso de imágenes obtenidas a través de la Tomografía por Emisión de Positrones (PET).
«Se ha sugerido que las experiencias de sentirse fuera del cuerpo proceden de una deficiencia multisensorial en la conjunción tempoparietal del lado derecho. Esta hipótesis se desarrolló a raíz de las lesiones producidas como resultado de la estimulación magnética y de los hallazgos electrofisiológicos en personas sanas y con epilepsia y que han sido observadas con PET y con escáner», determinan los autores en sus conclusiones.
Con la realización del estudio, los científicos belgas creen que la «activación del área donde 'empalman' dos zonas del cerebro conocidas, como giro angular y giro supramarginal, en la región derecha del cerebro, sea la que causa la sensación de desdoblamiento, ya que son las que están relacionadas con la información espacial y la orientación», se insiste en el trabajo.
EN LA MUERTE
«El estudio es, por concepto, muy original y provocativo, y está muy bien diseñado. No obstante, no logra descifrar el enigma de porqué se producen estas experiencias de autoscopia tanto en pacientes con epilepsia, que lo refieren habitualmente o en algunos moribundos, pero sí al menos da pistas de qué zonas están involucradas en este proceso», determina el neurólogo de Navarra.
Una de las razones más importantes para juzgarlo de novedoso es porque, hasta ahora, «se pensaba que los viajes astrales estaban dentro en un terreno considerado propio de la psicología o de la espiritualidad y alejado de lo puramente biológico», razona.
«Me veo a mí misma en la cama»
Aunque el trabajo belga se puede catalogar de original, existen otros casos recogidos en la literatura científica que analizan este tipo de experiencias. De hecho, la revista 'Nature' se hizo eco de un estudio elaborado por el neurólogo Olaf Blanke y sus colaboradores, de la Universidad de Ginebra, de un trabajo en el que una paciente de 43 años que llevaba sufriendo ataques epilépticos desde hacía 11 años relató: «Me veo a mí misma tumbada en la cama, desde arriba», cuando se estaba sometiendo a una estimulación eléctrica de la zona cerebral conocida como giro angular. Según los autores del trabajo, que en sus conclusiones coinciden con las obtenidas por los científicos belgas, en esta zona del cerebro se encuentran todas las claves empíricas que pueden llevar a explicar este tipo de experiencias supuestamente sobrenaturales. No obstante, también los investigadores de Bruselas reconocen que también no comprenden del todo el mecanismo neurológico de estas extrañas sensaciones extracorpóreas que confiesan muchos afectados.
http://www.elmundo.es/suplementos/salud/2007/729/1194044409.html
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