viernes, 29 de junio de 2007

Evaluación de las reacciones adversas por fármacos antiepilépticos en una población pediátrica


Autor/es: Benítez Guerrero, Adela; dirigida por González Correa, José Antonio; codirigida por Martín Aurioles, Esther

Resumen:
La falta de concienciación sobre la magnitud e importancia de las reacciones adversas, al igual que la escasa participación del personal sanitario en programas de farmacovigilancia, complica el conocimiento sobre la verdadera incidencia de las reacciones adversas. Además, la población infantil presenta una mayor susceptibilidad en relación con la aparición de reacciones adversas.

Con las anteriores premisas y basándose en la complicada terapéutica que soporta la epilepsia en la infancia se han establecido los siguientes objetivos del presente estudio:
1,- Valorar y analizar las reacciones adversas y los fármacos antiepilépticos implicados en una población pediátrica.
2,- Distinguir las características epidemiológicas de la epilepsia infantil en niños que presentaron reacciones adversas a antiepilépticos.
3,- Valorar la pauta terapéutica y los niveles plasmáticos de los fármacos antiepilépticos y su posible relación con las reacciones adversas descritas.

La metodología para la realización del trabajo se planteó mediante un estudio observacional de casos y controles. La variable dependiente analizada fue la presencia o no de reacciones adversas y las variables independientes, se agruparon en relación con datos antropométricos, características y tipos de crisis, terapéutica farmacológica y evolución de la enfermedad.

El peor pronóstico en relación con el tipo de crisis epiléptica se relacionó con una mayor probabilidad de presentar reacciones adversas.
Los fármacos antiepilépticos que presentaron un mayor número de reacciones adversas fueron, por este orden, valproato, carbamazepina y clobazam.
Aunque la aparición de reacciones adversas estuvo relacionada con un incremento de las dosis de los fármacos más frecuentemente imputados, las pautas terapéuticas empleadas se ajustaron a las recogidas en las guías de consenso.
El perfil de paciente que presentó reacción adversa durante el tratamiento con fármacos antiepilépticos fue el siguiente: niño con crisis generalizada, que recibe valproato, en régimen de politerapia, desde hace, al menos 3 años.

Información recogida de Teseo (Bases de datos de las tesis doctorales leídas en las Universidades Españolas del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte)

Notas: Tesis doctoral, Universidad de Málaga. Facultad de Medicina. Año 2002

http://sid.usal.es/mostrarficha.asp_Q_ID_E_17013_A_fichero_E_8.4.3

SÍNDROME DE WEST


Estimados amigos,

Estamos generando una cadena de Sitios relacionados con la epilepsia seria bueno que conocieran nuestro Sitio y pudiéramos publicar un link en direccionamiento a ambas paginas, para que los padres de hijos que padecen esta terrible enfermedad sepan afrontarlas.

Nuestro hijo de 10 meses de edad tiene síndrome de west sin detección de la enfermedad de origen nuestro objetivo esta claramente establecido en nuestro sitio, esperamos podamos ayudarnos y obtener una cooperación mutua.

Mario y Ximena; Santiago Chile

ENTRA EN SU WEB

jueves, 28 de junio de 2007

CRECER



Crecer
no es solo, hacer años,
ni hacerse más alto o más alta.
Crecer es…
aprender a vivir
aprender a conocerse
aprender a conocer a otr@s
aprender a comprender
aprender a aprender.
Cuando crecer no es fácil…
muchas cosas se hacen difíciles.

De la Revista Barcelona Educació; num.59; JUN.-JULIO 2007
Art. de la Escola d’Educació Especial Mare de Déu de Montserrat de Barcelona.

miércoles, 27 de junio de 2007

Unos 70.000 pacientes con epilepsia no reciben los fármacos que precisan en el Reino Unido


Una investigación oficial revela graves carencias en su asistencia

Laura Vallejo/ Madrid-28/06/2007

Una investigación oficial realizada en el Reino Unido ha revelado graves carencias en la asistencia que reciben los enfermos de epilepsia en aquel país, según informa el diario The Independent.
Entre los miembros de la comisión parlamentaria que ha realizado la investigación se encontraba el líder del Partido Conservador, David Cameron, y el trabajo ha contado con el apoyo del Consejo de la Epilepsia del Reino Unido, organización que representa a 21 asociaciones de enfermos.

El informe titulado "Dinero malgastado, vidas malgastadas" ("Wasted money, wasted lives") ha revelado serias carencias de especialistas, equipamiento y personal formado para utilizarlo, una situación que no ha mejorado a pesar de que se han realizado cinco investigaciones gubernamentales sobre este asunto.

Según el estudio, en torno a 70.000 pacientes con epilepsia no reciben los fármacos que precisan por lo que sus ataques se repiten, lo que causaría 400 fallecimientos anuales que podrían evitarse con el tratamiento adecuado.

El documento añade que a al menos a 74.000 pacientes les habrían recetado fármacos que no necesitaban debido a errores en el diagnóstico, cuyo coste en términos económicos ascendería a 280 millones de euros anuales.

La epilepsia es una de las dolencias neurológicas más frecuentes, que se produce como consecuencia de una reacción excesiva de las neuronas que tiene como consecuencia los ataques epilépticos.

Aunque la mitad de los enfermos no sufre estos ataques, ese porcentaje se podría elevar al 70% con la prescripción correcta de fármacos, según los especialistas.

Un 66% de los fallecimientos que se registran entre estos enfermos, se producen entre pacientes no diagnosticados o cuyos ataques no eran controlados adecuadamente, pero el conocimiento de este riesgo por parte de los enfermos es escaso.

Por ello, los autores del estudio han reivindicado objetivos claros y más recursos para la atención a los 382.000 británicos con epilepsia.

El Departamento de Sanidad del Reino Unido ha manifestado su intención de estudiar estos datos cuidadosamente, y ha encargado al Instituto Nacional de Excelencia Clínica, órgano asesor del Ejecutivo británico en temas relacionados con la salud, unas directrices para el tratamiento de la epilepsia.


http://solidaridaddigital.discapnet.es/paginas/internacional/IMV07062801.htm

28/06/07

lunes, 18 de junio de 2007

NOMBRES HISTÓRICOS




ESCRITORES
Dante (autor de la “Divina Comedia”)
Sir Walter Scout (autor de “Ivanhoe”)
Jonhathan Swift (autor de “Los viajes de Gulliver”)
Lewis Carroll (autor de “Alicia en el País de las Maravillas”) - ZURDO (*)
Dostoievsky (autor de “Crimen y castigo” y “Los hermanos Karamazov”)
Tolstoy (autor de “Guerra y Paz” y “Ana Karenina”)
Agatha Christie (autora contemporánea de novelas de misterio)

LÍDERES MUNDIALES
Alejandro Magno - ZURDO (*)
Julio César - ZURDO (*)
Napoleón Bonaparte - ZURDO (*)

ARTISTAS
Vincent Van Gogh (conocidísimo y maravilloso pintor)
Andel (compositor del “Mesías”)
Paganini (probablemente el mejor violinista de la historia)- ZURDO (*)
Tchaikovsky (uno de los compositores rusos más famosos)
Beethoven (probablemente el compositor más conocido del mundo) - ZURDO (*)

CIENTÍFICOS
Isaac Newton (probablemente el genio científico más importante de todos los tiempos)-
ZURDO (*)

Alfred Nobel (el fundador de los afamados Premios Nobel)

Extraído del libro “Cómo afrontar la epilepsia” de la SEN
(*)zurdos - dato no extraído del libro de la SEN.

viernes, 8 de junio de 2007

EL ELEFANTE ENCADENADO



Cuando yo era chico me encantaban los circos, y lo que más me gustaba de los circos eran los animales. También a mí como a otros, después me enteré, me llamaba la atención el elefante. Durante la función, la enrome bestia hacia despliegue de su tamaño, peso y fuerza descomunal... pero después de su actuación y hasta un rato antes de volver al escenario, el elefante quedaba sujeto solamente por una cadena que aprisionaba una de sus patas clavada a una pequeña estaca clavada en el suelo. Sin embargo, la estaca era solo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa me parecía obvio que ese animal capaz de arrancar un árbol de cuajo con su propia fuerza, podría, con facilidad, arrancar la estaca y huir.

El misterio es evidente: ¿Qué lo mantiene entonces? ¿Por qué no huye? Cuando tenía 5 o 6 años yo todavía en la sabiduría de los grandes. Pregunté entonces a algún maestro, a algún padre, o a algún tío por el misterio del elefante. Alguno de ellos me explicó que el elefante no se escapaba porque estaba amaestrado. Hice entonces la pregunta obvia: -Si está amaestrado, ¿por qué lo encadenan? No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente.

Con el tiempo me olvide del misterio del elefante y la estaca... y sólo lo recordaba cuando me encontraba con otros que también se habían hecho la misma pregunta. Hace algunos años descubrí que por suerte para mí alguien había sido lo bastante sabio como para encontrar la respuesta: El elefante del circo no se escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde muy, muy pequeño.

Cerré los ojos y me imaginé al pequeño recién nacido sujeto a la estaca. Estoy seguro de que en aquel momento el elefantito empujó, tiró, sudó, tratando de soltarse. Y a pesar de todo su esfuerzo, no pudo. La estaca era ciertamente muy fuerte para él. Juraría que se durmió agotado, y que al día siguiente volvió a probar, y también al otro y al que le seguía... Hasta que un día, un terrible día para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino. Este elefante enorme y poderoso, que vemos en el circo, no se escapa porque cree -pobre- que NO PUEDE. Él tiene registro y recuerdo de su impotencia, de aquella impotencia que sintió poco después de nacer. Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese registro. Jamás... jamás... intentó poner a prueba su fuerza otra vez...

Jorge Bucay

jueves, 7 de junio de 2007

Formación de mecanismos de resiliencia en niños con epilepsia


Formación de mecanismos de resiliencia en niños con epilepsia

RESUMEN
La resiliencia es la capacidad de una persona de superar las situaciones adversas que le presenta la vida y salir de ellas fortalecido o incluso transformado de ella, accediendo a una vida significativa y productiva para sí y para la sociedad en la que está inserto.

Los mecanismos de la resiliencia deberían ser inculcados y estimulados en los niños desde pequeños a fin que puedan sobreponerse a situaciones traumáticas y conflictivas, superando determinismos sociales, biológicos y/o culturales sabiendo conservar todos sus valores y energías intrínsecas.-

INTRODUCCIÓN
En la historia nos encontramos con personas destacadas que han debido superar variadas situaciones adversas y lo han hecho de modo positivo. Esto es, superándolas y aprendiendo de ellas.

Desde tiempos remotos hasta nuestros días, personajes famosos cuyas vidas cambiaron el pensamiento y la historia de la humanidad como Napoleón, Julio César, Sócrates, Alejandro Magno y Alfred Nobel - entre otros- sufrieron crisis epilépticas que aprovecharon no para sentirse abatidos, sino para vencer el reto de su propia naturaleza y dejar con sus hazañas testimonio de su superación y nobleza ejemplares.

Debido a que somos seres únicos e irrepetibles, conforme a la percepción que cada individuo tenga de las enfermedades o de las situaciones problemáticas a las que nos presenta la vida, existirán conceptos de cómo enfrentarla.

Existen puntos en común de acuerdo a la concepción, reacción y comportamiento que las personas tienen ante los problemas, en especial ante enfermedades crónicas y desestabilizadoras como la epilepsia, que nos permite generalizar en dos grandes rubros:
-Aquellos que las conciben como un mal, provocando con esto una auto-devaluación de la persona, renegando de dichos padecimientos y no aceptándolos, lo que los lleva a vivir en un mar de tinieblas; impidiéndoles descubrir su propia capacidad y su potencial de desarrollo.
-Y en otro lado, están los que las consideran como una situación con la que deben vivir y desarrollarse, percibiendo a los problemas que se le presentan, llámese enfermedades, dificultades económicas o familiares, como una parte más de la vida. Esta visión por lo general, provoca que los afectados luchen día a día, se desarrollen de manera normal, empleando todas sus habilidades y desempeñándose como un ser humano común y corriente.

Este gran contraste de concepciones tiene sus cimientos en la educación, en los conocimientos que cada uno tiene sobre sí, en los principios y valores inculcados en la cuna familiar.

Actualmente, la exclusión y la pobreza se extienden sin freno en los países desfavorecidos por la globalización y la concentración económica.
Si a ello se le suman situaciones de riesgo, a las que no está librada ninguna persona, como enfermedades, inseguridad e inestabilidad económica, social y laboral se hace necesario distinguir aquellos factores que permiten a las personas sobrevivir a las adversidades, superarlas y, aún más, salir fortalecidos.
Sin duda, el saber el nombre de la patología que afecta a una persona no dice todo acerca de su futuro y de sus posibilidades potenciales.
Muchas veces cuando aparece desde el prefacio de una vida un diagnóstico médico de una enfermedad crónica se cree que está todo dicho y se elaboran profecías que marcan y afectan el desarrollo de las mismas.
Lamentablemente, parecería que los portadores de alguna enfermedad o provenientes de un determinado sector social están de antemano predestinados al éxito o al fracaso, escribiéndose así una biografía intelectual, emocional y social anticipada sin brindar la oportunidad a cada ser humano para enfrentarse con su singularidad a las circunstancias que se le presentan en la vida.

DESARROLLO
Cabe aquí rescatar el concepto de resiliencia como la capacidad de una persona de hacer las cosas bien pese a las condiciones de vida adversas. Esto es, superar las frustraciones y salir de ellas fortalecido o incluso transformado; en otros términos, recuperarse y acceder a una vida significativa y productiva para sí y para la sociedad en la que está inserto.
Resiliencia es un término propio del campo de la arquitectura que indica la capacidad de un cuerpo para recuperar su forma original, a pesar de las presiones del ambiente;
Trasladado a lo social significa la capacidad de un ser humano para conservar sus valores y sus energías a pesar de los problemas y sufrimientos; desarrollando una opción de vida.

Esta capacidad que muestran algunas personas para sobreponerse a situaciones traumáticas frente a las cuales la mayoría de los individuos no pueden resistir nos obliga a tener en cuenta las características que le permiten recuperar el optimismo y superar determinismos sociales, biológicos o culturales. Ser resiliente o vulnerable no es algo mágico ni se adquiere evitando los riesgos sino haciéndose fuerte con ellos. Es un proceso dinámico, donde interactúa el medio ambiente y el individuo.

Implica necesariamente dos componentes inseparables e interactuantes:
1. La resistencia o capacidad para proteger la propia integridad bajo presión, circunstancias adversas o eventos estresantes y
2. La capacidad de construir pese a las circunstancias difíciles.
Hoy en día surge como primaria la necesidad de fortalecer a los niños y jóvenes interiormente para que puedan resistir a las dificultades de este mundo tan difícil y globalizado; por ello no tendremos en cuenta en este artículo los múltiples factores de riesgo que son potencialmente dañinos para las personas y poblaciones, sino que partiremos de un nuevo enfoque denominado "modelo de desafío".

El mismo consiste en reconocer que los seres humanos poseemos un "escudo protector" de efectos desagradables y nocivos que son los recursos, las fortalezas, las habilidades y las posibilidades que hay dentro y fuera de cada uno de nosotros para emplearlos en conseguir desarrollarnos, lograr metas y superar dificultades.
Resulta necesario informarlos pero además, formar a nuestros niños, favoreciendo las vivencias de cada etapa de crecimiento, físico y psíquico, sin apurar sus tiempos y conociendo sus potencias y sus características espirituales.

¿Con qué se adquiere fortaleza para superar las adversidades?
-Con introspección que supone, también, buena autoestima y auto imagen de sí mismo, conocimiento de las fortalezas y debilidades, autocontrol y reflexión antes de la acción.
-Con independencia.
-Con capacidad de relacionarse que implica tener buenas relaciones emocionales y expresión de sentimientos y necesidades.
-Con iniciativa, cultivando las aficiones,
-Con creatividad, siendo flexibles y proactivos.
-Con humor que supone tomar los errores como lecciones y no como fallas o fracasos y ver la vida con optimismo.

Cabe aquí rescatar la importancia del juego como actividad principal de los niños que le permite representar roles sociales posibilitándole dar respuesta a situaciones creadas.
El juego es una ocupación autotransformadora de la personalidad de los infantes, mediante una asimilación de lo que el mundo ofrece al yo.
Éste, junto a los requerimientos básicos de la nutrición, salud, vivienda y educación es vital para el desarrollo del potencial de los niños porque representa comunicación y expresión, combina pensamiento y acción; da satisfacción y sensación de logro, ayuda al desarrollo físico, mental, social y emocional.
El juego es una forma de aprender a vivir y es una vía para revertir la soledad, el miedo, la rabia y la desesperanza.
Nuestro objetivo principal es el desarrollo integral del niño y el joven y el de su entorno familiar y social, teniendo éste activa participación en este proceso.
Se promueve la resiliencia fortaleciendo el ambiente, los recursos personales y las habilidades sociales.

I.- EL AMBIENTE
Tomando la resiliencia como agente de prevención y promoción de salud, favorecen la posibilidad de la capacidad resiliente los factores protectores, entendiendo por ellos a las influencias que modifican, mejoran o alteran la respuesta de una persona a algún peligro que predispone a un resultado no adaptativo. Esto es, se refieren a las características existentes en los diferentes ambientes que parecen cambiar o revertir circunstancias potencialmente negativas y salir transformadas positivamente por la experiencia.

Éstos le permiten al sujeto transformar esas situaciones adversas al desarrollar su resiliencia, a pesar de los riesgos a los que se ven expuestos.
Lo interesante es poder identificar estas características personales que permiten resistir, sobrevivir, edificarse y proyectarse a los que las poseen; ya que de esta forma, ayudaríamos mejor a cambiar los entornos familiares y de aprendizaje, transformándolos en potenciadores de cualidades y estrategias positivas.
Factores Protectores de Resiliencia:

Los factores protectores de resiliencia son:
1) La presencia de Relaciones afectuosas:
Establecer modalidades vinculares con el niño en donde esté presente el amor, la sensibilidad, la comprensión, el respeto e interés que se incorporan efectivamente, es decir a través del ejemplo, en los hechos y no sólo en las palabras llegan a cimentar un sentido de seguridad y confianza.
Esto se logra a través de:
a) Brindar afecto y apoyo. Esto significa dar respaldo y aliento incondicionales al niño ya que sin afecto, no podrá superar sus dificultades.
b) Enriquecer los vínculos. El ámbito escolar y familiar debe procurar que el niño fortalezca las relaciones entre los individuos ya que la única manera de crecer es "crecer con otro".
c) Fijar límites claros y precisos. Ello implica explicitar las expectativas de conducta en el niño estableciendo las mismas con claridad.
Disponer de una disciplina positiva significa contar con formas bien pensadas, previsibles y apropiadas a la edad de los niños para responder a la mala conducta. Ésta se reduce a pocas estrategias como: Aumentar el amor propio y autoestima del niño, permitir que se sienta importante, establecer reglas y límites claros y .decirle lo que "debe hacer" y no solamente lo que no debe hacer.

d) Enseñar destrezas para la vida.
Algunas de ellas son la cooperación, la capacidad de resolución de conflictos, las estrategias de resistencia y asertividad, las destrezas comunicacionales; las habilidades para adoptar decisiones y el manejo sano del estrés.
Las escuelas constructoras de resiliencia fomentan el aprendizaje individual con el colectivo apuntando al cambio y la eficacia, promoviendo el pensamiento crítico, la resolución de problemas, las conductas cooperativas, las decisiones por consenso, el establecimiento de metas compartidas y brindando modelos de rol positivos para el aula y la vida.
Por ello necesitamos recurrir a proyectos que le ayuden al docente a aprovechar los recursos de sus alumnos para que éste pueda aprender con gusto y placer; dándole la verdadera importancia que tiene el estudio.
Esta orientación está estrechamente vinculada al cambio escolar que promueve una enseñanza más "práctica", curricular más "pertinentes" y "relacionadas al mundo real"; teniendo en cuenta que las decisiones que se tomen es preferible que se realicen desde los lugares de trabajo contando con la activa participación de todos los actores involucrados.
Esta estrategia significa brindar a los estudiantes, a sus familias y al personal escolar, una alta cuota de responsabilidad por lo que acontece dentro de las paredes de la escuela, dándole oportunidades de resolver problemas, tomar decisiones, planificar, fijar metas y ayudar a otros.
Las adaptaciones curriculares son una estrategia utilizada ampliamente en las tareas educativas que potencia la individualización de la enseñanza y la atención a la diversidad.

Éstas son capaces de conducirnos desde niveles superiores a inferiores, concretando progresivamente y adaptando la respuesta educativa a las necesidades particulares de nuestros alumnos. Su desarrollo nos lleva progresivamente a adecuar nuestra actuación en previsión de dificultades de aprendizaje, previo conocimiento del alumnado.
Este planteamiento de una enseñanza ajustada a las exigencias del niño supondrá un conocimiento exhaustivo de todos aquellos aspectos personales que puedan influir en su aprendizaje y, por otra parte, precisará de una valoración del entorno educativo para conocer qué tipo de ajuste (organizativo o metodológico) debe realizar para adaptarse a sus necesidades.

Por medio de las adaptaciones curriculares trataremos, en definitiva, de ofrecer al alumno un entorno educativo que potencie su capacidad de aprendizaje de la manera más adecuada posible.
Porque a fin de cuentas, ¿qué es un buen alumno?, ¿el que se saca buenas notas por repetir lo memorizado mecánicamente o el que se esfuerza para lograrlas y crece como persona en el intento?..
Revertir esta situación desde la escuela es una actitud compleja, ya que no se compromete sólo el niño sino a todo el grupo familiar; por eso los padres pueden acompañarlos a la hora de hacer los deberes, involucrarse con las cosas del colegio, elogiar sus esfuerzos por encima de sus resultados, alimentar sus intereses y crearles algunos nuevos, leerles en voz alta aunque ya lo sepan hacer solos y transmitirles la idea de que el estudio es una parte importante de sus vidas. También enseñarles a preguntar cuando no entienden, perder el miedo a equivocarse, tomar conciencia de que nada ayuda tanto a vencer un obstáculo como la tenacidad de seguir intentando y regalarles una herramienta vital: la autodisciplina.

Lo más importante que va a quedarle a cada chico de su paso por la escuela es su relación con el aprendizaje. Entonces, el objetivo es mantener viva la natural curiosidad de los alumnos y fomentar su placer por incorporar conocimientos nuevos, ya que no hay método de estudio que pueda contra un alumno desmotivado, por eso siempre, antes que nada y al final de todo, lo que urge es MOTIVAR.
La educación debe ayudar al alumno a desarrollar su autonomía como individuo y como ser social ya que aprender es encontrar significados, criticar, investigar, transformar la realidad.
Esto exige que sea sujeto de su aprendizaje, un ser activo, en vez de alguien meramente pasivo y receptivo y que el maestro sea un guía y orientador, un polemizador, una persona abierta al diálogo.
Esto implica que le ayudemos a nuestros alumnos a:
-Aprender a ser: Hace referencia a que el niño debe formar un autoconcepto positivo basado en una auto-imagen real; en una escala de valores y en el desarrollo de actitudes sociales.
-Aprender a aprender: La oportunidad de aprender se da sin límites de espacio ni de tiempo pero para aprovecharla el alumno necesita desarrollar hábitos, actitudes y manejar métodos y técnicas de estudio aplicables sin necesidad de la orientación del maestro, despojándose del orientador en casa y en el aula.
-Aprender haciendo El niño es un ser por realizar, por ello una metodología flexible le permite el logro de objetivos personales, la participación activa en el aprendizaje y la retroalimentación de la experiencia. Estas técnicas llevan al alumno a experimentar vivencias y sacar provecho de los propios errores.
-Aprender a vivir juntos: Esto implica participar y cooperar con los demás en todas las actividades humanas.

2) Resaltar las expectativas que se tienen de las personas. Sea en el seno de la vida familiar o en el clima escolar, los mensajes que se proyectan comunican no sólo una orientación sólida, sino también estructuras y metas a seguir.
Esto fomenta la actitud del "que se puede", alentando permanentemente a todos sus miembros, destacando sus logros y brindando procedimientos de retroalimentación positiva.

3) Brindar oportunidades de participación y contribución significativa.
Incluyen el tener responsabilidades importantes, el tomar decisiones, el ser escuchado y el aplicar la capacidad personal en beneficio de la comunidad familiar, educativa o social.

II.- EL NIÑO-
Desde el punto de vista del niño, los factores resilientes pueden organizarse en estas categorías diferentes:
A.- YO TENGO formado por todos los factores de apoyo con que cuentan las personas. Está integrado por algunos de estos enunciados:
- Alguien que otros quieren
- Capaz de sentirme feliz cuando hago algo bueno por alguien y me demuestran afecto.
- Respetuoso de mí y del otro
En el niño se debe estimular la confianza en sí mismo mediante una actitud de acercamiento físico y afectivo hacia las personas del entorno. Esto es, infantes que pueden brindar y recibir confianza y, también, identificar personas en las cuáles confiar y en cuáles no.
Además deben ser capaces de valorarse a sí mismos lo que favorece enormemente a su identidad personal.

La autovaloración es una actitud del niño para estimar positivamente sus características propias. Como su imagen corporal, su aceptación por los otros, su forma de ser, sus habilidades y destrezas y la identidad cultural.
Sólo valorándose a ellos mismos podrán valorar a los demás y todo esto redundará en un futuro en mejores desempeños laborales y de relación.

B.-YO SOY y YO ESTOY que atañe al desarrollo de la fortaleza intrapsíquica.
Si damos a nuestros niños la posibilidad de ser y sentirse bien con ellos mismos, contribuiremos a que se valoren y valoren lo que hagan, piensen y sientan. Por ello, alguno de los enunciados que lo caracterizan son:
-YO estoy dispuesto a responsabilizarme de mis actos
-Yo estoy seguro respecto a que saldré bien
Esto implica que confían en que las cosas saldrán bien en el futuro y se sienten parte de su construcción. De esta manera, son capaces de enfrentar las adversidades y problemas con serenidad.

YO TENGO
La presencia de recursos personales es la fuerza psicológica interna que desarrolla el niño en su interacción con el mundo como la autoestima, la autonomía, el control de los impulsos, la empatía, el sentido del humor y la fe o creencia en un ser superior.
-Personas en quienes confiar y que me quieren sin condiciones.
-Personas que me ponen límites, para evitar peligros innecesarios.
-Personas que quieren y ayudan a que sea autónomo
-Personas que me ayudan si estoy en peligro
La autonomía supone que la persona sea capaz de valerse por sí misma, cuidarse, vivir en relación con otras, planificar y organizar los aspectos de su vida, tomar decisiones y pedir ayuda cuando lo necesita.
La educación familiar debe ir encaminada a lograr la autonomía y la responsabilidad en sus hijos.
La familia y la escuela pueden ayudar a los infantes a comprender y valorar la interdependencia, la solidaridad, la ayuda mutua, la escucha y la comprensión.

Modelos para actuar
Es indispensable para los hijos la conducta de los padres.
Si los progenitores crecen ante las dificultades; si son dueños de sus emociones; si son estables en el comportamiento social (familia, trabajo, vecindario); si conocen sus puntos flojos, sus limitaciones; si son buenos trabajadores, creativos, no rutinarios; si son responsables, confiables y si saben disfrutar; seguramente serán un buen modelo a imitar por vuestra descendencia.
-Habilidades sociales: ser capaz de manejar situaciones de conflicto, de tensión o problemas personales.
-YO PUEDO que remite a la adquisición de habilidades interpersonales y de resolución de conflictos.

La confianza es una actitud de acercamiento saludable que desarrolla el niño respecto de las personas que lo rodean y que favorece para:
-Hablar sobre lo que me asusta
-Buscar maneras de resolver mis problemas
-Controlarme cuando tengo ganas de hacer algo peligroso
-Buscar el momento apropiado para actuar o hablar
-Encontrar alguien que me ayude
-Expresar y manejar mis emociones.

Es necesario desarrollar en el niño la capacidad para expresar y manejar sus emociones de manera constructiva; esto es, identificar sus emociones de miedo, alegría, cólera, tristeza y expresarlas de modo oportuno y reparador.
Algunas de las cualidades emocionales que ayudan son la empatía, expresión y comprensión de los sentimientos, el control de nuestro genio, la independencia, la capacidad de adaptación, la simpatía, la capacidad de resolver los problemas en forma interpersonal, la persistencia, la cordialidad, la amabilidad y el respeto.

Los adultos debemos comprender a los niños y jóvenes contemplándolos con "objetividad optimista", valorando sus fortalezas, reconociendo y aceptando sus debilidades.
Además, necesitamos preguntarles cuáles son sus sueños y qué les hace feliz para poder definir cómo mejor ayudarles a serlo.
Con una visión enriquecida de sus potencialidades y talentos, buscaremos orientar nuestras acciones para que el proyecto de vida de nuestros niños sea hecho a su medida y no a la nuestra.
En síntesis, la resiliencia nos convoca a poner en positivo nuestras miradas hacia el prójimo y a modificar nuestras propias prácticas. Implica partir de un enfoque positivo de las capacidades y habilidades, consiste en resignificarse para potenciarse, analizarse para proyectarse.

Se parte del concepto que todas las personas poseen en algún grado -destacado o no- fortalezas y capacidades. Revisarlas, conocerlas, evaluarlas y ver cómo pueden desarrollarse mejor, nos lleva a plantear el campo de la prevención primaria en la vida cotidiana.
Lo que desarrolla la capacidad resiliente de un individuo es la formación de personas socialmente competentes que tengan conciencia de su identidad y utilidad, que puedan tomar decisiones, establecer metas y creer en un futuro mejor, satisfacer sus necesidades básicas de afecto, relación, respeto, metas, poder y significado.
Ésta es una tarea diaria que involucra distintos lugares sociales partiendo de la familia, la escuela, las distintas instituciones y los Gobiernos de cada país.
Significa, apropiarse del concepto de resiliencia como una estrategia de vida.

BIBLIOGRAFÍA
Di Fresco, C.(1999) Desarrollo cognitivo y social de niños con trastornos convulsivos. Tesis Doctoral. UNC. Mendoza. República Argentina. Manuscrito no publicado.

Melillo, A y Suárez Ojeda, N (2004) Resiliencia. Descubriendo las propias fortalezas. Buenos Aires: Paidós. Compiladores.

Puerta de Klinkert,M. (2002) Resiliencia. La estimulación del niño para enfrentar desafíos. (2ª ED.) Argentina: Grupo Editorial Lumen.

PALABRAS CLAVES
RESILIENCIA. EPILEPSIA. DESARROLLO PERSONAL. DESARROLLO DE HABILIDADES SOCIALES. EDUCACIÓN DE LOS HIJOS. ESTRATEGIAS DE VIDA

DATOS DE LA AUTORA
Prof. Dra. Carina Aída Di Fresco
Psicopedagoga. Licenciada y Profesora en Ciencias Psicopedagógicas por la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de Mendoza. Universidad Católica Argentina.

Especialista en Docencia Universitaria egresada de la U. N. De Cuyo.

Doctora en Ciencias de la Educación por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Cuyo. Su Tesis Doctoral giró en torno al: "Desarrollo cognitivo y social de los niños con trastornos convulsivos".

Ha obtenido (por Concurso) seis Becas de Investigación para Graduados otorgados por el Consejo de Investigaciones de la Universidad Nacional de Cuyo (C.I.U.N.C.); poniendo en ejercicio sus proyectos de investigación en ámbitos del Servicio de Salud Mental Infanto Juvenil del Hospital. Pediátrico "Dr. Humberto. Notti".

Desde 1990 ha dictado la materia "Problemática Universitaria y Técnicas de Estudio en los Cursos Preuniversitarios de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, ejercido como Profesora -Tutora y Profesora Asistente en la Cátedra de Neuropatología de la Carrera Psicopedagogía de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. UCA.

Es representante, desde 1995, por la UCA de Mendoza ante la Red de Instituciones de Salud y Educación Garrahan-Provincias Red Nacional de Psicopedagogía.

Actualmente es Becaria de la misma, ejerciendo una pasantía en el Servicio de Neurología del Hospital "Dr. Humberto J. Notti".

Es co-autora del Libro "-Tratamiento psicopedagógico" de la Red Interinstitucional en el ámbito de la salud editado por Ed. Paidós (2000).

Ha realizado numerosos artículos de divulgación científica publicados en revistas de la especialidad (Revista Psicopedagógica, entre otras) y en medios de comunicación masiva.

Ha participado activamente mediante la presentación de sus trabajos de investigación clínica en numerosos Congresos y Conferencias de orden nacional e internacional.

Ha diseñado numerosos programas de diagnóstico y tratamiento psicopedagógico para estimulación de funciones psicointelectuales básicas para el aprendizaje destinados a niños de edad preescolar y a alumnos con dificultades de aprendizaje y con trastornos neurológicos.

Ha dictado diversos cursos de capacitación y perfeccionamiento docente.

Ha dirigido varios Seminarios de Licenciatura y Proyectos de Investigación como "Análisis de Test del Dibujo de la Figura Humana", "Estudio Evolutivo del DFH en niños con organicidad" en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. UCA.

Prof. Dra. Carina Aida Di Fresco
Mail: dradifresco@yahoo.com.ar

Mendoza, Argentina, mayo de 2005

http://www.monografias.com/trabajos23/mecanismos-resiliencia/mecanismos-resiliencia.shtml

La Neuroteología: ¿Dios en el cerebro?


Explicaciones biológicas de la espiritualidad La Neuroteología: ¿Dios en el cerebro?
Tomado de www.Aceprensa.com

Firmante: Luis María Gonzalo14-02-2007016/07

De un cierto tiempo a esta parte no es infrecuente encontrarse artículos, tanto en revistas científicas como de divulgación, con títulos como: "Dios en el cerebro", "Neuroteología", "Bases biológicas de la espiritualidad"... Los autores, basados en observaciones clínicas y experimentales, suponen que las experiencias religiosas son debidas a fenómenos neurológicos de nuestro cerebro. La conclusión que suelen sacar es que no es Dios el autor de tales fenómenos sino el cerebro.
Veamos en qué experiencias se basan estos autores (1).

Los neurólogos vienen observando que los epilépticos, con focos epileptógenos en el lóbulo temporal, perciben escenas (en el aura que suele preceder a los ataques) y alucinaciones, que reproducen de forma más o menos distorsionada hechos vividos con anterioridad. Es conocido el caso descrito por Penfield (2). Se trataba de una joven de 14 años, que padecía ataques epilépticos. El aura más frecuente era una alucinación, que le hacía revivir una escena ocurrida hacía siete años. Era la siguiente: Un día de primavera, iba andando con sus hermanos pequeños por el campo. En un momento determinado, un hombre se acercó por detrás, sin que ella lo notara, y le dijo: ¿quieres que te meta en este saco con los caracoles? Ella se llevó un tremendo susto y echó a correr, pidiendo auxilio. A partir de los 11 años en que comenzaron los ataques epilépticos éstos iban precedidos con gran frecuencia de la alucinación descrita.

Como la epilepsia de esta muchacha respondía mal al tratamiento farmacológico, se vio conveniente la intervención neuroquirúrgica para extirpar el foco epileptógeno (que la exploración neurológica situaba en el lóbulo temporal derecho). Penfield fue el encargado de la operación. Bajo anestesia local, hizo una craniotomía temporal, y descubrió una serie de adherencias –restos de una antigua hemorragia–, que presionaban la corteza temporal y eran los responsables de los ataques epilépticos.
Como la muchacha estaba consciente y podía referir las sensaciones y alucinaciones que percibía, Penfield estimuló con un fino electrodo las zonas próximas al foco epileptógeno y la respuesta, en varios de los puntos estimulados, fue la alucinación de los caracoles.

En la epilepsia temporal
Michael Persinger (3) es uno de los neurólogos que ha recogido de sus pacientes con epilepsia temporal relatos de alucinaciones de tipo religioso. Dos de los relatos frecuentemente aludidos son los de Rudi Affolter y de Gwen Tihe. Ambos padecían epilepsia temporal. Rudi es ateo y cuenta que experimenta alucinaciones como si realmente se estuviera muriendo. Gwen es cristiana y la alucinación que padece es que da a luz a Jesucristo.
Algunos han querido reproducir experimentalmente estas auras epilépticas mediante estímulación de la corteza temporal. Michael Persinger lo hacía con un campo magnético de débil intensidad y los sujetos de experimentación referían que notaban como si en la habitación en que se encontraban hubiera algún ser no corporal, experimentaban a veces una iluminación repentina, o temor espiritual, pérdida de la noción del tiempo, etc. Por su parte, un investigador suizo, mediante "electric zaps" a la altura del "gyrus angularis" (zona de confluencia del lóbulo temporal y el lóbulo parietal) aplicados a una epiléptica, provocó que ésta experimentara la sensación de "fuera del cuerpo" a la que enseguida me voy a referir.
Si la epilepsia temporal produce alucinaciones religiosas, algunos autores han pensado que las experiencias místicas de ciertos santos, como san Pablo, santa Juana de Arco, santa Teresa de Jesús, etc. posiblemente fueron provocadas por el "pequeño mal" (ataques epilépticos débiles). Es decir, lo que se atribuye a una unión mística con Dios se reduce, según ellos, a una actividad patológica de la corteza cerebral. Se cita el caso de Ellen White (nacida en 1827), quien a la edad de 9 años padeció un traumatismo craneoencefálico, que provocó un cambio de su personalidad y comenzó a tener visiones religiosas. Éstas le llevaron a fundar el Movimiento Adventista del Séptimo Día.
Otra fuente de información para conocer la génesis de las experiencias religiosas la ofrece la neuroimagen, en sujetos que hacen meditación. La neuroimagen, ya sea la PET ("Positron Emission Tomography") o bien la RMf (Resonancia Magnética funcional) permite conocer cuáles son las áreas o centros nerviosos que se activan cuando realizamos actividades físicas o intelectuales. Newberg y col. (4) han registrado las áreas cerebrales que se activaban en 14 monjes budistas tibetanos y en M. Baime (que desde los 14 años hace meditación zen).
Algo parecido ha hecho Austin (5) valiéndose asimismo de monjes tibetanos. En todos estos casos se vio que se activaba el lóbulo temporal mientras que en el lóbulo parietal disminuía la actividad. Como el lóbulo parietal tiene que ver con la orientación espacio-temporal, concluyen que la sensación de levitación, de estar fuera del espacio y del tiempo, que suelen experimentar los místicos, se debe a la falta de actividad de este lóbulo.
Qué ocurre en la meditación
En la meditación (me voy a referir a la cristiana, que entre los occidentales es la habitual) siempre se parte de la consideración de escenas de la vida de Jesucristo, o de experiencias vividas. Tal consideración supone la activación de los centros de la memoria (cara medial del lóbulo temporal), y esos recuerdos activan a su vez las áreas de la corteza prefrontal y de la amígdala, relacionadas con el mundo afectivo-emotivo. Estas activaciones son las que han observado los que han registrado la actividad cerebral durante la meditación.
Naturalmente, la intensidad de activación de todos esos centros corticales varía según la fuerza con que se viven las escenas que han sido traídas a la memoria. Es lo mismo que ocurre cuando, en vez de considerar motivos religiosos, se recuerdan hechos de la vida pasada. En ello no hay nada extraordinario y es que "la experiencia religiosa" entra en la categoría de los fenómenos de la vida ordinaria.
Algo distinto es el caso de los místicos, que no por esfuerzo personal sino porque son arrebatados por Dios, llegan al estado unitivo con Él.

Estos éxtasis, lógicamente, no los experimentan todos aquellos que hacen meditación sino muy pocos, a los que Dios se lo concede cuando quiere. Los místicos, desde luego, no se prestarían a que registraran su actividad cerebral con alguno de los métodos de neuroimagen. No lo harían, por un lado, por humildad y, por otro, porque nadie sabe cuándo pueden producirse. Además, por ocurrir fuera del cuerpo, no se registraría ningún cambio en la actividad bioeléctrica del cerebro. De aquí que atribuir los éxtasis de algunos santos, como los antes mencionados, al "pequeño mal", es querer explicar todo bajo el punto de vista de la pura materia, negando "a priori" cualquier hecho o intervención sobrenatural.
Esta manera reduccionista de entender la vida explica que los científicos materialistas piensen que los que meditan o rezan, procurando dirigirse a Dios, atribuyan a Dios lo que no es más que un fenómeno natural. De ahí que titulen algunos trabajos como mencionábamos al inicio de este artículo: "Dios en el cerebro", y que mencionen este tipo de estudios como neuroteología, nombre que ya propuso Aldous Huxley en su novela "Island".

Sensación de "fuera del cuerpo"
Otro fenómeno que algunos relacionan con experiencias religiosas es lo que se viene nombrando "Out body experience" (experiencia de fuera del cuerpo).
Los que han experimentado la sensación de "fuera del cuerpo" la suelen describir como si su yo, o su alma, hubiera salido del cuerpo, y que ven y observan las cosas, incluso el propio cuerpo, desde fuera de él. También suele ser corriente que describan la visión de una luz potente, de vagar por el cosmos, de sentir una gran paz, etc. Susana Blackmore (6), que ha estudiado este fenómeno, lo achaca a que, por la razón que sea, no llegan a las áreas sensoriales del cerebro los correspondientes impulsos, por lo que al faltar la información de nuestro cuerpo y mantenerse la capacidad de imaginar, de recordar, etc. se experimenta el "yo" descorporeizado y como vagando en el espacio.
Tales sensaciones de "fuera del cuerpo" se dan con más frecuencia en los epilépticos que en los sujetos sanos, así como en los que se encuentran en trance próximo a la muerte; los cardíacos que fueron resucitados de muerte clínica lo suelen experimentar en un 12% de los casos, según un estudio holandés.
Experiencias parecidas a "fuera del cuerpo" se tienen, a veces durante el sueño REM, fase en que la relajación muscular es máxima, y en la transición del estado de duermevela al primer estadio del sueño. En todas estas situaciones de relajación muscular, al llegar muy escasas sensaciones propioceptivas al córtex de la sensibilidad general, y al estar muy reducidas las sensaciones visuales, acústicas, etc., se crea una situación propicia para llegar a la sensación de incorporeidad.
Pero es falso admitir, como algunos han hecho, que en algunos casos de experiencia de "fuera del cuerpo" haya habido una muerte real y por tanto una separación alma-cuerpo.

Interpretación a gusto del autor
Los neurocientíficos ateos, al no admitir la existencia de Dios, ni que el hombre sea un ser dotado de alma espiritual, se ven obligados a una interpretación sesgada de los hechos que trascienden la materia: tienen que explicar las experiencias religiosas y el estado místico como simple actividad del cerebro. Según ellos, los que meditan y los místicos son quienes, a partir de unos simples fenómenos neurobiológicos, crean a Dios.
Es frecuente que los reduccionistas no admitan que es acientífico considerar como única realidad la materia. A los que piensan que existe lo metafísico –lo que va más allá de la fisis– los consideran como acientíficos. No se dan cuenta que ellos mismos son acientíficos, ya que admiten como reales hechos que no han demostrado experimentalmente (7). Y son numerosos los hechos, no sólo en lo que respecta a la actividad mental sino también en la evolución, que no han demostrado y, es más, que no podrán demostrar desde su visión reduccionista.
Luis María Gonzalo es catedrático de Anatomía y Embriología. En el campo experimental ha investigado sobre los centros nerviosos que controlan el dolor y las funciones endocrinas. Estos trabajos han quedado reflejados en más de 100 publicaciones, una buena parte de las cuales han aparecido en revistas internacionales.
Ver también "El gen de Dios”.
__________________
(1) Tucker L., "God on the brain". BBC, 2, Horizons, 20 marzo 2003.
Alper M. "The God part of the brain". Rogue Press (2001).
Ford Ch. "Neurotheology: Which came first, God or the brain?". Biology, 103, Serendip (1991).
Ashbrook JB, Albright R. "The humanizing brain: Where Religion and Neuroscience meet". Pilgrim (1999).
(2) Penfield W. "The excitable cortex in conscious man". Liverpool Univ. Press (1958).
(3) Persinger M. "Neuropsychological basis of God beliefs". Praeger Publishers (1987).
(4) Newberg A, d'Aquili E, Rause V. "Why God won't go away: Brain, Science and Biology of Belief". Ballantine Books (2001).
(5) Austin JH. "Zen and the brain: Toward an understanding of meditation and consciousness". MIT Press (1999).
(6) Blackmore S. "Near-death experiences: in or out of the body". Skeptical Inquirer (1991); 16: 34-45.
(7) Popper K. "The Logic of Scientific Discovery". Harper & Row. New York (1968).


Publicado por Paco Aguilar en 8:21

http://elbatiburrillo.blogspot.com/2007/02/la-neuroteologa-dios-en-el-cerebro.html

FEBRERO 2007

miércoles, 6 de junio de 2007

DIFICULTADES EN APRENDIZAJE NIÑOS EPILÉPTICOS

Fernando Mulas Delgado, Sara Hernández Muela, Liliana Mattos de Blanco, Luis Abad Mas, Máximo Carlos Etchepareborda Simonini.
Rev Neurol Vol.42 Num.S02 Pág.S157
Fecha de publicación: 13/02/2006

Simposio Satélite: Dificultades del Aprendizaje

Objetivos. Analizar la asociación de las alteraciones neuropsicológicas a la epilepsia en la infancia buscando el origen en la fisiopatología de la epilepsia como enfermedad neurológica y en las bases de la plasticidad cerebral adaptativa.

Desarrollo. La existencia de descargas eléctricas, en ausencia o presencia de crisis clínicas, se relaciona con problemas atencionales, de memoria reciente, limitación en las capacidades lingüísticas, visuoespaciales y ejecutivas, con lentitud psicomotora, y determina dificultades de aprendizaje.
La edad temprana de comienzo de la epilepsia, la etiología secundaria, la refractariedad al tratamiento que condiciona la necesidad de una politerapia y la vivencia negativa de la enfermedad, influyen en la asociación de alteraciones neuropsicológicas. El tipo de epilepsia que puede determinar la afectación de funciones específicas, como la memoria, se ve afectada en las epilepsias parciales del lóbulo temporal, y la atención en las epilepsias generalizadas.

Conclusiones. La epilepsia no sólo se manifiesta con crisis epilépticas, y los niños presentan síntomas asociados que hacen necesaria una valoración neuropsicológica completa que debe incluir exploraciones de funciones cerebrales y específicas del hemisferio.

Publicado por DrBlues @ 20:39 | Neuropediatria |

http://neurociencias.blogcindario.com/2006/08/00160-dificultades-del-aprendizaje-en-los-ninos-epilepticos.html

martes, 5 de junio de 2007

AURA DE DOVSTOIEVSKY




Algunas formas de epilepsia y migrañas se anuncian con un fenómeno llamado aura. Durante unos segundos, la conciencia se altera sin llegar a perderse y se sienten emociones difíciles de explicar. Generalmente son dolorosas y en muy pocas ocasiones, placenteras. Le ocurría al escritor ruso Dovstoievsky, que llegó a decir que daría su vida por perpetuar ese instante.


http://www.elcorreodigital.com/vizcaya/prensa/20070604/sociedad/aura-dovstoievsky_20070604.html

lunes, 4 de junio de 2007

NEUROPSICOLOGÍA DE LA EPILEPSIA; REVISTA NEUROL

Artículo Rev Neurol Volumen.43 Número.S01 Pág.S059. Fecha de publicación.10/10/2006
Neuropsicología de la epilepsia: ¿qué factores están implicados? Jaime Campos Castelló. La puedes encontrar en www.revneurol.com

(PEQUEÑO RESUMEN; ESTE ARTÍCULO LO CONSTITUYEN 12 PÁGINAS EN FORMATO WORD O PDF)

Introducción. El niño epiléptico triplica el riesgo de presentar problemas cognitivos de otras patologías neurológicas dependiendo de tres hechos: el efecto de la propia epilepsia, los déficit neuropsicosociales previos asociados y el efecto adverso del fármaco antiepiléptico (FAE).
Cierto deterioro se acepta universalmente, sin concretarse factores relevantes productores, generalmente multifactoriales. Analizamos la relación neuropsicología/ epilepsia en neuropediatría.

Desarrollo. La relación epilepsia/comportamiento debe considerarse una excepción y no la regla, salvo que coexistan trastornos de personalidad y/o deficiencia mental. Los efectos cognitivos de los FAE dependen del fármaco, de la dosis utilizada y de la polifarmacia; estos efectos son tanto adversos como favorables. Las diferencias entre fármacos son criticables, ya que dosis adecuadas monitorizadas producen efectos adversos generalmente leves, valorados fiablemente (MIDDRA). El tiempo de escalada es importante, en especial con algunos nuevos FAE. Los mecanismos de producción son variados, pero el conocimiento del mecanismo de acción mejora el funcionamiento cognitivo gracias al control de la crisis. En la infancia existen reacciones cognitivas idiopáticas. Las principales son disminución del tiempo de reacción y del procesamiento de información con alteración de la memoria, la atención y el lenguaje.

Conclusiones. La epilepsia se asocia a diversos problemas cognitivos generalmente leves. La edad de inicio, el tipo de síndrome, la etiología, la respuesta terapéutica y la polifarmacia son elementos multifactoriales condicionantes de efecto adverso. Precisamos baterías de tests que pronostiquen el futuro y controlen evolutivamente la cognición durante el tratamiento. Los efectos adversos de los FAE sobre la cognición y la conducta son generalmente modestos; pueden ser importantes para un niño determinado.


(...)
EFECTOS INDESEABLES DE LOS FÁRMACOS ANTIEPILÉPTICOS: ASPECTOS COGNITIVOS,
ATENCIONALES Y MOTIVACIONALES
Los efectos de la medicación antiepiléptica, ya advertidos por
Lennox [11], sobre las funciones cognitivas han sido sujeto de
numerosos estudios en los últimos 30 años [12]. Estos efectos
dependen del fármaco en sí, de la dosis utilizada y de las asocia-
ciones de fármacos; estos efectos pueden ser tanto beneficiosos,
caso de la carbamacepina (CBZ) sobre las tareas visuopercepti-
vas [13], como negativos. En general, entre los llamados 'anti-
epilépticos de primera línea'se consideran como más dañinos el
fenobarbital (PHB) y la fenitoína (PHT), y como con menos
efectos secundarios la CBZ y el ácido valproico, si bien no
siempre se ha conseguido contrastar este hecho.
Por lo que respecta a los nuevos FAE, se ha señalado la difi-
cultad de su comparación a través de los diversos ensayos clíni-
cos, por lo que la decisión final de su uso se aconseja que sea
valorada individualmente para un control superior de las crisis
con los mínimos efectos secundarios; estos FAE muestran efec-
tos adversos que predominantemente afectan al sistema nervio-
so central, aspectos psiquiátricos y sistemas generales del orga-
nismo; llama la atención que el topiramato (TPM) y la lamotri-
gina (LTG) muestran el mayor nivel de efectos adversos de todo
tipo tanto en el grupo que toma el fármaco activo como el del pla-
cebo; se señala que el uso riguroso del vocabulario COSTART
para definir estos trastornos multiplica el número de efectos
adversos, mientras que éstos disminuyen si se utiliza....

(...)

EFECTOS SECUNDARIOS DE LOS FÁRMACOS ANTIEPILÉPTICOS EN NIÑOS
Los efectos adversos del tratamiento antiepiléptico en la infan-
cia merecen un capítulo aparte ya que los resultados de las
investigaciones con adultos no son extrapolables a los niños.
Aunque al hablar de los efectos secundarios de los FAE sobre el
funcionamiento cognitivo ya hicimos algunas referencias a la
infancia, creemos de utilidad tratarlo de forma más amplia.
Existe un subgrupo de niños epilépticos con riesgo de pade-
cer alteraciones cognitivas debidas, entre otras causas, al trata-
miento antiepiléptico [57]. Los problemas observados suelen
referirse a deficiencias cognitivas específicas más que a una dis-
función cognitiva generalizada. Aunque las variables clínicas de
las crisis epilépticas han sido las que más interés han desperta-
do como factor etiológico de las alteraciones cognitivas del niño
epiléptico, es bien sabido que el tipo de fármaco empleado en el
tratamiento antiepiléptico tiene también un papel esencial en
este campo de estudio. Las disfunciones cognitivas contribuyen
al desarrollo de trastornos de aprendizaje y problemas psicoso-
ciales que condicionarán la vida académica y personal del niño.
La evaluación neuropsicológica se convierte así en un instru-
mento de gran utilidad, porque puede ser una guía valiosa para
el tratamiento y para una intervención educativa o conductual.
A pesar de que existen diferencias individuales importantes
en la respuesta al tratamiento, podemos establecer unas puntua-
lizaciones generales de presentación de efectos secundarios con
los diferentes fármacos antiepilépticos en niños.
El criterio más común [58] es que los barbitúricos (y la PRM
relacionada con ellos) encabezan la lista de efectos adversos
sobre la conducta. Tanto la irritabilidad como la agitación y la
disforia son los síntomas más frecuentemente observados; pue-
den alcanzar tal magnitud que en ocasiones los padres suprimen
la administración del fármaco sin comunicarlo previamente al
médico. También se han encontrado efectos secundarios del PHB,
tales como alteraciones características del sueño. Otros datos
señalan la aparición de trastornos conductuales en niños con el
uso de PHB [26], especialmente hiperactividad (42%), aunque
es preciso hacer notar que el 18% de niños que no reciben este
tratamiento desarrolla un trastorno de conducta, comúnmente la
hiperactividad. Respecto a alteraciones cognitivas, existen estu-
dios donde se observa una disminución del rendimiento intelec-
tual. Aunque en adultos el principal efecto del PHB es la seda-
ción, en niños se produce un efecto paradójico y puede aparecer
insomnio y actividad hipercinética (79% de los casos), sobre
todo en varones [59]. El PHB suele exacerbar la agresividad y la
sobreactividad. El patrón de comportamiento incluye signos de
distracción, acortamiento de la atención, fluctuaciones de hu-
mor y estallidos agresivos. Sorprendentemente, este tipo de pro-
blemas puede aparecer incluso en lo que podría considerarse un
rango bajo o subterapéutico, si bien es cierto que las alteracio-
nes conductuales aparecen con mayor frecuencia en niños que
presentan una disfunción cerebral orgánica o déficit. Respecto a
las funciones cognitivas, se encuentran especialmente alteradas
en niños, sobre todo la memoria a corto plazo, la concentración
y la atención sostenida. También se ven afectadas las tareas per-
ceptivomotoras con relación a la concentración sérica de este
fármaco.

TRASTORNOS DE CONDUCTA DEL NIÑO EPILÉPTICO

Trastornos de conducta en el niño epiléptico. Su relación con los resultados escolares

Dra. Elia Margarita Pestana Knight, 1 Dr. Norberto Sardiñas Hernández,2 Lic. Clemente Trujillo Matienzo,3 Dra. Elena Muñoz Barcada4 y Dra. Zaida Argudín Suárez4

RESUMEN: Para conocer la influencia de los trastornos de conducta sobre los resultados escolares de niños epilépticos se estudiaron 30 niños con más de 1 año de evolución de la enfermedad y que asistían a escuelas de enseñaza primarias. En entrevistas a padres y maestros se recogió valoración sobre su conducta y los resultados académicos del último curso escolar y se realizó un test de concentración de la atención. Se halló que el 70 % refiere algún trastorno de conducta. Se observó una relación significativa entre los resultados escolares M y la hiperactividad (p < 0,05), las dificultades en la concentración (p < 0,025) y la distracción (p < 0,01). Se concluye en que los trastornos de conducta tienen una influencia negativa sobre los resultados escolares del niño epiléptico.

Descriptores DeCs: TRASTORNOS DE LA CONDUCTA INFANTIL; EPILEPSIA FOCAL; ATENCIÓN; LOGRO; RENDIMIENTO ESCOLAR BAJO.

La situación del niño epiléptico en edad escolar en relación con su conducta es muy controvertida, debido a que en un grupo de ellos coexisten la epilepsia y el retraso mental y en otros, aún sin aparecer el retraso mental, la presencia de trastornos conductuales y cognoscitivos es tan evidente que en algunos países se han creado escuelas para niños con epilepsia; 1 aunque hoy en día se ha demostrado que la epilepsia por sí misma no es una razón para indicar educación especial.
De modo general, igual que ocurre en Cuba la mayoría de los niños epilépticos asisten a escuelas normales. 2, 3 Se ha encontrado que tienen más alteraciones conductuales que los demás (distráctiles, menos concentrados y más lentos al procesar la información), aunque se ha pensado que tanto las alteraciones conductuales como cognoscitivas y la epilepsia podrían derivar de la misma lesión causal 4 y a veces están presentes antes de que aparezcan las crisis.5,6
Motivados por estudiar los resultados escolares en un grupo de niños epilépticos que asisten a escuelas nacionales de enseñanza primaria y valorar su relación con trastornos conductuales es que se decide realizar el presente trabajo.

MÉTODOS
Se conformó un grupo de estudio constituido por 30 niños con crisis epilépticas parciales criptogénicas de más de un año de evolución, todos residentes en Ciudad de La Habana y que cursan estudios desde el 1ro. hasta el 6to. Grado en las escuelas nacionales de enseñanza primaria. Sus edades oscilaban entre 5 y 12 años (media = 8,7 años; DE= +/-1,9678). La constitución por sexo fue de 14 hembras y 16 varones.
Se excluyeron del estudio a los niños con crisis generalizadas, retraso mental, que asisten a escuelas de enseñanza especial, tienen examen físico neurológico positivo o con lesión focal demostrada en el origen de la epilepsia.

El grupo control estuvo conformado por 30 niños que se correspondían en edad, sexo y grado escolar a los niños del grupo de estudio.

Entrevista familiar escolar: A los familiares y maestros de los niños del grupo de estudio se les realizó una entrevista, que permitió conocer las alteraciones de conducta, así como el resultado académico del curso escolar anterior, en forma de promedio que se clasificó en:
Excelente (E): 90-100 puntos promedio; Muy Bien (MB): 80-89,9 puntos promedio; Bien (B): 70-79,9 puntos promedio; Regular (R): 60-69,9 puntos promedio; Mal (M): < 59,9 puntos promedio

Evaluación de la atención: Ésta se realizó en el Departamento de Psiquiatría Infantil del Hospital Infantil Docente "Pedro Borrás", a los niños del grupo de estudio y control; para el 1er. grado se utilizó el test de completamiento de figuras y para el 2do. en adelante el test de tachado de letras, ambos miden la concentración de la atención. Se clasificaron en atención normal y distráctiles.

Evaluación estadística: Se utilizó el programa computacional MICROSTA donde se creó la base de datos. Se realizó la comparación entre los grupos paciente y control con el test de comparación de medias, y la correlación entre las diferentes variables mediante el test de correlación múltiple para estadística no paramétrica.

RESULTADOS: Los resultados escolares que obtuvieron los niños epilépticos en el último curso fueron: 5 niños (16,67 %) tuvieron resultados de E, 10 (33,33 %) fueron calificados como MB, 6 (20,0 %) como B, 5 de R para el 16,67 % y 4 (13,33 %) se evaluaron como M.
Los trastornos de conducta fueron referidos por padres y maestros en el 70 % de los pacientes (21 casos). La hiperactividad en 18 (60 %), trastornos de la concentración en 9 (30 %) y la distracción en 13 (43,33 %).
La correlación entre las alteraciones de la conducta y los resultados escolares aparece en la tabla donde se observan valores significativos entre los resultados M y la hiperactividad (r = 0,32026, p < 0,05); las dificultades en la concentración (r = 0,38516, p < 0,025) y la distracción (r = 0,44853, p < 0,01).

TABLA. Coeficiente de correlación (f) entre las alteraciones de conducta y los resultados escolares
Resultados Trastonos de la conducta Hiperactividad Trastornos de la concentración Trastornos de la atención
E -0,48795 -0,36515 -0,29277 -0,21058
MB 0,00000 0,00000 -0,30861 -0,47565
B 0,14548 0,06804 0,21822 0,23544
R 0,09759 0,00000 0,09759 0,15041
M 0,25678 0,32026* 0,38516** 0,44853***
* p<0,05. **p<0,025. ***p<0,01.
N= 30; r=±-0,30645; p<0,05.
Al evaluar los resultados de los tests de concentración de la atención no se encontraron diferencias significativas entre los 2 grupos p = 0,1145.

DISCUSIÓN: Los trastornos de conducta con frecuencia están asociados a las dificultades escolares y los peores resultados académicos,7 tal como se encuentra en nuestro trabajo.
Se estima que en EE.UU aproximadamente el 12 % de la población escolar necesita una educación especial y de éstos el 75 % por algún tipo de trastorno del aprendizaje, pero este término se hace ambigüo en algunos casos, pues con trastornos del aprendizaje se hallan 3 categorías de pacientes: 7
• Retrasados mentales.
• Trastornos del aprendizaje propiamente dicho, que incluye dificultades en 1 o más de los procesos básicos implicados en la comprensión o el uso del lenguaje, la escritura o el habla que se manifiesta en una imperfecta habilidad para escuchar, pensar, escribir, deletrear o hacer cálculos matemáticos. No se incluyen aquí los niños en los cuales los problemas del aprendizaje son por trastornos primarios de la visión, audición, defecto motor, retraso mental y/o dificultades ambientales, culturales o económicas. 7
• Trastornos emocionales y conductuales que van desde la timidez, la depresión y la ansiedad hasta los trastornos de la atención y la actividad.7,8

Varios estudios muestran que entre los niños con peor desempeño neuropsicológico (aprendizaje y conducta) se asocian: más agresividad, menos competencia social, poco desempeño escolar, pocos amigos, pobres intereses, entretenimientos y actividades y menos motivaciones por las actividades en las cuales participan; que constituyen el cierre de un círculo vicioso que de no encausarse adecuadamente por parte del terapeuta influirá negativamente sobre el funcionamiento diario, la vida independiente, el desempeño escolar y la orientación vocacional, 8 para dar lugar a individuos en la edad adulta con minusvalía en la esfera económica, social y la autoestima.9
Autores como Rodin y Hermann10,11 encuentran una estrecha relación entre el bajo nivel intelectual y los trastornos conductuales.
A pesar de que hemos encontrado una buena relación entre los trastornos de conducta y las dificultades escolares se adolece de la aplicación de baterías neuropsicológicas que midan la conducta,7,12 sólo se estandarizó mediante los tests de atención, cuyos resultados difieren de lo hallado por otros autores7,13 que plantean que los 2 problemas principales verificados entre los niños con dificultades en el aprendizaje son los disturbios en la regulación de la atención y la modulación de la actividad. 14,15 Tampoco evaluamos otras variables como agresión y violencia, que para algunos suele relacionarse con las crisis parciales complejas y para otros no son más que secundarias a las maniobras restrictivas; 16,17 otros no han encontrado niños agresivos dentro de los que padecen estas crisis.18
En epilepsia se cree que los desórdenes de la atención están en relación con el uso de la medicación antiepiléptica que tiene como reacción secundaria somnolencia, enlentecimiento, embotamiento y lasitud;19,20 sobre todo los barbitúricos.21,22

SUMMARY
To know the influence of the behaviour disorders on the school results of the epileptic children, 30 of them with more than a year of evaluation and who attend primary school were studied. Information about their behavior and academic results was gathered by the interviews made to their parents and teachers. A test was conducted to check the concentration of attention. It was found that 70 % had some behavior disorder. A significant relation was observed among the bad marks and hyperactivity (p < 0.05), the difficulties in the concentration (p < 0.025), and the distraction (p < 0.01). It is concluded that the behavior disorders exert a negative influence on the academic results of the epileptic child.
Subject headings: CHILD BEHAVIOR DISORDERS; EPILEPSY, FOCAL; ATTENTION; ACHIEVEMENT; UNDERACHIEVEMENT.


REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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2. Rodin EA. The prognosis of patients with epilepsy. Spring-field: Charles C. Thomas, 1968.
3. Dam AM. Epilepsy and neuron loss in the hippocampus. Epilepsia 1980;21:617-30.
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5. García M, Morenza L, Santaya M, Galán L. El WISC: su utilidad diagnóstica en niños con dificultades para aprender. Bol Psicol 1987;10(2):123-41.
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7. Allen S, Taylor RL. Education of children with learning problems. Pediatr Clin North Am 1984;31(2): 331-43.
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9. Britten N. Epilepsy and handicap from birth to age 36. Dev Med Child Neurol 1986;28:719-28.
10. Rodín E. Epilepsy and work. En: Laidlaw JA. Textbook of epilepsy. London: Churchill Livingtone, 1982:496-506.
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Recibido: 13 de febrero de 1996. Aprobado: 17 de febrero de 1997.
Dra. Elia Margarita Pestana Knight. Santa Isabel número 138, entre Dos de Mayo y Manzanedas, Matanzas, Cuba.
1 Especialista de I Grado en Neurología.
2 Especialista de II Grado en Neurología. Doctor en Ciencias, Jefe del Servicio de Neurología Infantil. Instituto de Neurología y Neurocirugía.
3 Licenciado en Psicología. Jefe del Departamento de Neuropsicología.
4 Doctora en Psicopedagogía. Hospital Infantil Docente "Pedro Borrás".

Revista Cubana de Pediatría v.69 n.2 Ciudad de la Habana Mayo-ago. 1997
INSTITUTO DE NEUROLOGÍA Y NEUROCIRUGÍA, CIUDAD DE LA HABANA

http://scielo.sld.cu/scielo.php?pid=S0034-75311997000200009&script=sci_arttext

50.000.000 DE PERSONAS LA PADECEN EN TODO EL MUNDO

A pesar de los avances en neurología, la epilepsia intratable continúa afectando a millones de personas y el desconocimiento del mundo alrededor no ayuda en la lucha contra esta debilitante condición.

Pocas condiciones neurológicas han sufrido de tantos estigmas y malas concepciones como la epilepsia. Lo que una vez fue visto como una conexión directa con Dios, un castigo del demonio o una posesión, hoy se sabe es producida por un problema eléctrico en el cerebro, sin embargo, de los cincuenta millones de personas que padecen de esta enfermedad en todo el globo terráqueo, un 30 por ciento aún no es capaz de controlarla.

"Nuestro problema es un dilema que arropa a la mayoría de las familias que tienen miembros con epilepsia refractaria. Nuestra hija tuvo su primer episodio a los tres meses de edad y desde entonces ha estado en tantos tratamientos que muchas veces no sabíamos si atribuir sus problemas a los medicamentos o a la enfermedad", explicó para el periódico The New York Times la profesora de psicología en La Universidad de Maryland y madre de una niña de doce años con epilepsia refractaria, Kina Leitner.

A los seis meses de edad, la jovencita conocida como Nora y ahora en las puertas de la pubertad, ya era medicada con fenobarbital, una droga que ha sido bien estudiada y cuyos efectos secundarios como los retrasos cognitivos e impedimentos en el habla, son bien conocidos.

Pero a los seis años los medicamentos fueron cambiados por Depakote y Topamax, dos drogas usadas para estos casos de epilepsia intratable y que tratan de evitar las convulsiones.

"Siempre estaba al borde del sueño y así entró al primer grado. Desafortunadamente, su niñez y ahora su pronta adolescencia, ha estado marcada por las convulsiones, que en nuestra hija, nunca avisan", explicó.

Para la familia, los efectos secundarios de los medicamentos eran lo suficientemente fuertes como para pensar en eliminarlos, sin embargo, como muchos otros padres con el mismo problema, la decisión los ponía entre la espada y la pared.

"Por un lado, estamos seguros, luego de reducir y eliminar uno de los medicamentos, que nuestra pequeña tiene una fuerza intelectual impresionante, le gusta la ciencia y es capaz de hablar con cualquiera sobre la historia de Egipto, pero las drogas no permiten que su cerebro se mantenga en alerta y despierto. Es una decisión que nos mata lentamente ya que no hay forma de lograr una seguridad completa, una vez retiramos el medicamento, Nora cambia, es otra, despierta y lista, pero el miedo a las convulsiones nos asusta". Tristemente, Nora Leitner tampoco es candidata para los demás tratamientos modernos.

La Cirugía contra la enfermedad no es para todos
Las convulsiones en la epilepsia, una característica que ha dotado a la enfermedad con cualidades que realmente no posee (como el pensar que es contagiosa) debido a la ignorancia de las personas, no son todas iguales y varían de acuerdo al daño cerebral y a la localidad donde se encuentra el problema.

Desafortunadamente, los pacientes como Nora no son candidatos para la cirugía ya que su epilepsia es producida por daños en todo el sistema eléctrico del cerebro.

"Cuando el daño está localizado en una región en específico, la cirugía puede ser una opción", explicó el doctor Orrin Devinsky de la Universidad de Nueva York.

Algunos factores, como la edad en que comenzaron las convulsiones y sus frecuencias, hacen que los episodios varíen, muchas veces es tan sólo un pestañeo mientras que otras la persona cae inconsciente por un minuto o un poco más.

Algunos otros tratamientos usados contra la enfermedad

Regulador eléctrico
La epilepsia afecta el sistema eléctrico del cerebro, una parte importante de nuestra red neuronal, por lo tanto, científicos han ideado un implante que regula la electricidad al enviar pulsaciones eléctricas arregladamente con el objetivo de evitar las convulsiones causadas por fallos en el sistema.

Sin embargo, no todos los pacientes reaccionan favorablemente al aparato.

"Para Nora, el estimulador lo único que hizo fue aumentar sus episodios", refirió la madre.

Hasta el momento, la única opción para la niña, que está entrando en la pubertad, son las drogas anticonvulsivas.

"No queremos drogarla ni dañar su memoria y otras cogniciones pero tampoco queremos que algo malo le pase, las convulsiones de Nora no avisan, lo ha hecho en el tope de una escalera y el otro día en una piscina casi se ahoga, no podemos permitir que la enfermedad le robe algo peor así que tendremos que sacrificar parte de su cognición".

Por Glenys Alvarez / El Caribe
Viernes 23 de febrero del 2007
http://www.elcaribe.com.do/multimediosweb/articulo_caribe.aspx?id=116799&guid=1A02907898094D78ABC7A92509848E0B&Seccion=150

LA EPILEPSIA EN LA INFANCIA

Esta enfermedad puede manifestarse desde el comienzo de la existencia. Todos los niños, al nacer, entran a la vida llorando. Pero el llanto del niño epiléptico es prolongado, inagotable, sin motivo, atroz, infernal, que quita a los padres la alegría de tener un hijo para transformarlo en un suplicio que no los deja en paz ni de día ni de noche. Esto, durante los primeros tres meses de la vida. Después los síntomas se calman, incluso desaparecen por un tiempo, a veces por completo, hasta que la enfermedad se presenta. El segundo síntoma que aparece en orden según la edad es la convulsión. La convulsión es un ataque epiléptico en un niño pequeño.

Es muchísimo más fácil que en un niño causas externas provoquen una convulsión que en un adulto un ataque epiléptico. Los médicos pediatras no están todavía de acuerdo en cuanto al valor que deben atribuírseles a las convulsiones. Las dividen en dos grupos: las febriles y las no febriles. Suelen dar poca importancia a las primeras, puesto que, dada la labilidad del sistema nervioso central del niño, su-ponen que el estímulo fiebre ha sido capaz de desencadenarla. En cambio, les dan mucho mayor importancia a las no febriles, que ellos denominan también apiréticas, porque suponen que, en ausencia de causa determinante, la predisposición hereditaria debe haber sido importante. En nuestra experiencia damos siempre valor a las convulsiones, aunque sobrevengan en un clima de fiebre. Algo debe existir en la estructura del sistema nervioso central del pequeño, para que reaccione de esa manera. Y el 4% de convulsiones febriles en los niños es un claro antecedente de la cifra de prevalencia epiléptica que nosotros proponemos.

Desde que el niño comienza a caminar, a partir del año de edad, aparece otra manifestación que hemos visto vinculada a esta enfermedad: los trastornos del movimiento. Es de movimientos torpes, a veces demasiado lentos, otros demasiado rápidos y casi siempre descoordinados. Es por eso que se cae y se golpea mucho más que los niños corrientes. Las explicaciones familiares de la enfermedad invierten los hechos, atribuyen los síntomas que posteriormente presenta el niño, o el joven, a los muchos golpes que recibió en la infancia. En realidad, esos muchos golpes fueron debidos a una enfermedad tardíamente reconocida. Los pedíatras han acuñado un término: hiperquinéticos, que designa a los niños que se mueven demasiado y que no pueden dejar nada en paz. En el lenguaje popular son los denominados niños inquietos. Es en la primera infancia que se presenta uno de los con-juntos sintomáticos más característicos de esta enfermedad.

Un psiquiatra argentino, Enrique Pichón Riviére, ha reunido un conjunto de síntomas bajo la denominación de síndrome nocturno. Es decir, síntomas que se manifiestan durante el sueño. Otros epilépticos tienen sueños: sueños de mucha actividad, angustiantes. Algunos de ellos son imágenes en colores. Otros se despiertan despavoridos, porque las cosas que han soñado les impiden dormir.

Otros, por último, limitan su hiperactividad durante el sueño a un rechinar de dientes, bruxismo, de observación muy frecuente por los odontólogos que a veces aún despierta a los padres. Pero lo más llamativo del síndrome nocturno del epiléptico es el exceso de actividad.
"Cuando duerme es como si estuviera jugando un partido de fútbol” -nos decía una madre.
Y otra: "Hace con las sábanas una pelota, y al día siguiente están todas en el suelo".
Otra nos decía: “Yo tenía que atar las cobijas por debajo del colchón para que no amaneciera en el suelo".

Además, en sueños, el epiléptico habla. Muchas personas lo hacen. Sobre todo aquellas que tienen problemas importantes a resolver o han pasado el día en especial situación de tensión. Pero el epiléptico, y esta es una característica que es común a todos sus síntomas, lo hace de una manera permanente, desmesurada e inmotivada.

Algunos tienen tanta excitación que llegan a levantarse y caminar. Este signo, perfectamente conocido, es el denominado somnambulismo y es característico de la enfermedad. Paralelamente a la inquietud del niño durante el día se da también la inquietud, o la excitación durante la noche.
Ya hemos mencionado el orinarse en la cama, enuresis, hasta edades avanzadas de la vida. Desde los veinte meses, que se estima la edad normal de control del esfínter vesical por parte de los niños, el epiléptico se sigue orinando hasta los dos, tres, cuatro, ocho y a veces hasta los doce años o más. Se dan aún casos de personas adultas que tienen ocasionalmente incontinencia urinaria. Hay varias razones por las cuales un niño mayorcito se puede orinar durante el sueño. Las causas anatómicas, orgánicas, localizadas en el cuerpo, por ejemplo, mal formación de la vejiga, son lesiones del sistema urinario y los especialistas que se encargan de ellas son los urólogos. Realmente, las causas de este origen son excepcionales. También se orinan mas allá del tiempo habitual los débiles mentales u oligofrénicos. Esto, por otra parte, resulta natural, por un retraso de maduración.

El otro gran diagnóstico en que se ve la enuresis son las neurosis infantiles. Una de las maneras simbólicas que tiene el niño de de-mostrar su disconformidad frente a la vida, sea por no sentirse querido o por presenciar las peleas de su padres, o por la envidia por el nacimiento de un hermanito, es el mojar de noche la cama. Pasan los años y el niño entra en la escuela. También allí su conducta es peculiar. Junto a la prolongación de su exceso de motricidad, según el cual sigue siendo en la clase el mismo niño inestable, inquieto y destrozón que era en su casa, aparecen ahora algunas fallas dependientes del esfuerzo a que tiene que ser sometido. En esa edad suele evidenciarse, por primera vez, el síntoma denominado ausencia, durante el cual, por un instante el niño pierde contacto con el mundo que lo rodea. Después, al recuperarse, no tiene ni siquiera conciencia de su evasión psíquica. Pero la maestra o sus compañeritos lo notan porque desatiende la lección o deja caer algún objeto que tuviera entre sus manos.

El gran problema del niño epiléptico en la escuela es su dificultad para aprender, aunque esto no excluya niños evidentemente superdotados Como su sistema nervioso funciona desordenadamente, no puede adquirir los conocimientos que logran los otros niños. Y así retrasa el avance de su aprendizaje. Muchas veces el niño que padece de esta enfermedad pertenece al grupo de los que se denominan falsos oligofrénicos, es decir, los que aparecen con una disminución en el aprendizaje, pero cuyo coeficiente intelectual es en realidad normal.

Todo esto se debe a su sistema nervioso irregular. Imaginémonos a nuestro enfermito, todavía no diagnosticado, en el seno de la clase. Es revoltoso, inquieto, molesta a los demás e impide el normal curso de la enseñanza. Por momentos se distrae y la maestra lo reprende por desatento. Además, le cuesta asimilar los conocimientos Es un niño que ya no se encuentra entre sus padres que lo quieren, y aunque no lo comprenden, lo toleran y acompañan. Se encuentra en una situación en la que debe rendir, cumplir una tarea y comportarse de tal manera que no altere el aprendizaje de los demás. A partir de ahora aparecen una nueva serie de trastornos que lo han de acompañar durante toda su vida: la desadaptación social. En la familia es mínima, puesto que el amor de sus padres les hace tolerarlo.

Pero, a partir de la escuela, y más allá en todo otro tipo de relación en, que el epiléptico se encuentre, su problema ha de ser el mismo, muchas veces progresivo: debido a su problema neurológico tiene fallas en su adaptación social, en el liceo, en su grupo de amigos, en sus amores, en su trabajo, entre sus colegas y en todo lugar en que se encuentre. Es posible que llegue algún momento de su vida en que se sienta maltratado, acosado, perseguido, acorralado. Esto, a su vez, puede agriarle el carácter y transformarlo, junto a sus propios problemas psíquicos y neurológicos, en una persona resentida, problemática: a partir de esto, del hogar o de la escuela, o del trabajo, nuestro epiléptico será, además, un neurótico. El epiléptico es en muchos casos un mal alumno. No porque no sea inteligente: epilepsia y bajo nivel mental son dos dimensiones de la personalidad que pueden coexistir, pero no dependen la una de la otra.

Autor: ABRAHAM GENIS; genisfbl@cantv.net
http://www.psicologiacientifica.com/bv/imprimir-230-epilepsia-en-psiquiatria.html
20/03/07

MEDICACIÓN ANTIEPILÉPTICA Y RESULTADOS ESCOLARES

Influencia de la medicación antiepiléptica sobre los resultados escolares de niños epilépticos

Dra. Elia Margarita Pestana Knight, 1 Dr. Norberto Sardiñas Hernández, 2 Lic. Clemente Trujillo Matienzo3 y Lic. Ana Isabel de Armas Álvarez, 4

RESUMEN
Con el objetivo de conocer la influencia de la medicación antiepiléptica sobre los resultados escolares se estudiaron 30 niños que padecen crisis epilépticas parciales y que asisten a escuelas primarias normales. En entrevista familiar se recogió: medicación antiepiléptica usada, dosis en sangre y resultados académicos del último curso escolar que se correlacionó con las variables estudiadas con el test de correlación múltiple. El 80 % (24 niños) recibió tratamiento en monoterapia y 6 (20 %) politerapia. La fenitoína correlacionó significativamente (p < 0,005) con los resultados escolares M. Existe relación de los niveles elevados de droga en sangre con los peores resultados académicos.

Palabras clave: EPILEPSIA PARCIAL/quimioterapia; INTELIGENCIA/efecto de drogas; CARBAMAZEPINA/efectos adversos; CARBAMAZEPINA/sangre; FENITOINA/efectos adversos; FENITOINA/sangre;PRIMIDONA/efectosadversos; PRIMIDONA/sangre; FENOBARBITAL/sangre; FENOBARBITAL/efectos adversos; APRENDIZAJE.

INTRODUCCION
En los últimos años se ha estudiado el efecto de la terapéutica antiepiléptica sobre el rendimiento intelectual del paciente epiléptico. Se conoce que la fenitoína está asociada con un menor coeficiente de inteligencia (CI). 1 El valproato y la carbamazepina son drogas con mínimo efecto sobre el CI.1 El fenobarbital tiene pocos efectos sobre la función cognitiva en niños, pero está relacionado con la aparición de problemas de conducta, al igual que la primidona que además provoca deterioro del CI. Los estudios con las succimidas han mostrado resultados contradictorios. El clonazepán daña la conducta y la función cognitiva, mientras que el clobazán afecta poco esta última. 2
Motivados por estudiar la influencia de la medicación antiepiléptica sobre los resultados escolares en un grupo de niños epilépticos que asisten a escuelas nacionales de enseñanza primaria es que se decidió realizar el presente trabajo.

MATERIAL Y METODO
Grupo estudio: Constituido por 30 niños epilépticos con crisis parciales, con más de 1 año de evolución de la enfermedad, que cursan estudios en escuelas nacionales de enseñanza primaria y son atendidos en el Instituto de Neurología y Neurocirugía, con edades entre 5 y 12 años (Media= 8,7 años; DS=+/-1,9678). Catorce son hembras y 16 varones. Se excluyeron a los niños que tienen crisis generalizadas, retraso mental asociado con la enfermedad, que asisten a escuelas de enseñanza especial y tienen examen físico neurológico positivo o lesión focal demostrada en la etiología de la epilepsia.

Entrevista familiar: Se le realizó a los familiares de los niños y se obtuvo régimen medicamentoso: monoterapia o politerapia, medicamento(s) antiepiléptico y dosis usada. También se obtuvieron los resultados académicos del curso escolar anterior en forma de promedio, que se clasificaron en:
Excelente (E) 90-100 puntos promedio; Muy bien (MB) 80-89,9 puntos promedio; Bien (B) 70-79,9 puntos promedio; Regular (R) 60-69,9 puntos promedio; Mal (M)< 59,9 puntos promedio.

Cuantificación de drogas antiepilépticas: Se realizó en el Departamento de Bioquímica del INN por el método de cromatografía líquida de alta resolución, (HPLC), en ayunas y antes de la ingestión de la dosis de la mañana. Se consideraron como rangos óptimos para droga total:
Carbamazepina 5-10 mg/L ó mcg/L
Primidona 6-10 mg/L ó mcg/L
Fenitoína 10-20 mg/L ó mcg/L
Fenobarbital 20-50 mg/L ó mcg/L

Evaluación estadística: Se utilizó el programa computacional MICROSTA, donde se creó la base de datos y se relacionaron las diferentes variables mediante el test de correlación múltiple.

RESULTADOS: Los resultados escolares obtenidos en el último curso fueron: 5 niños (16,67 %) E, 10 (33,33 %) como MB, 6 (20,0 %) como B, 5 de R (16,67 %) y 4 (13,33 %) como M.
De los 30 niños estudiados 24 (80 %) recibían tratamiento en monoterapia y 6 (20 %) en politerapia. La figura 1 muestra el régimen de la medicación antiepiléptica y los resultados escolares. No se obtuvieron valores significativos de correlación.
Fig. 1
El 76,6 % (23 pacientes) lleva tratamiento con carbazepina, en 5 se asoció con otra droga. Las combinaciones que se usaron fueron carbazepina y valproato en 4 casos, y carbazepina y clobazán en 1. Seis de los pacientes utilizan valproato (20 %), 4 de ellos en politerapia. Tres tienen tratamiento con fenitoína (10 %) y 2 con fenobarbital (6,6 %), en uno de los cuales se usó combinado con diazepán. En la figura 2 aparece el tipo de medicamento usado y los resultados escolares; sólo se obtuvo correlación significativa entre los que usaban fenitoína y obtuvieron resultados M (p < 0,005).

Fig. 2
La cuantificación de droga antiepiléptica en sangre se le efectuó a 28 pacientes, pues 2 llevaban tratamiento con valproato que no se cuantifica por el método de HPLC. El 85,7 % (24 pacientes) tenían rangos normales, fue baja en 3 pacientes (10,7 %) y se encontró elevada en sólo uno (3,5 %). La relación entre los niveles de medicamento en sangre y los resultados escolares aparece en la figura 3, donde se obtuvo p < 0,025 entre los niveles elevados y los resultados R.

Fig. 3
DISCUSION
El efecto negativo de la asociación de drogas antiepilépticas sobre la función cognitiva está bien demostrado. 3,4 Bourgeois, en su estudio, encontró que la politerapia es uno de los mejores predictores de CI bajo en estos pacientes. 5 Giordani, et al.6 coinciden con él. Otros demuestran el efecto negativo de la politerapia sobre la memoria.7
En este estudio se ha observado que se utiliza con frecuencia la combinación carbazepina-valproato. La adición de valproato al tratamiento con cabazepina aumenta los niveles del epóxido, metabolito responsable de cuadros agudos de intoxicación medicamentosa. Así lo demuestra el estudio de McKee, donde además se evaluó la función cognitiva antes de la introducción de valproato y después, en pacientes a los que se les administraba cabazepina. Este estudio no halló deterioro en la ejecución de éstos luego de introducir el valproato. 8 Tal vez este hallazgo pueda ser la explicación de por qué en este trabajo, en el que la cabazepina-valproato es la combinación más usada, no se obtuvo correlación entre la politerapia y las dificultades escolares.

La fenitoína, al igual que lo muestran éste y otros estudios 4, 9 es una de las drogas que más efectos adversos tiene sobre el CI10 durante el tratamiento crónico, en ausencia de signos de toxicidad y a una concentración de droga normal. Para algunos autores este efecto desaparece luego de la reducción del tratamiento, 10 mientras que para otros11 persiste. En cuanto a la carbazepina, su no relación con las dificultades escolares, demuestra que sigue siendo una de las mejores opciones en el tratamiento de los niños. 11 La superioridad de la carbazepina sobre la fenitoína por sus menores efectos sobre la función cognitiva,12 para algunos autores se debe a sus diferencias bioquímicas, pues la fenitoína disminuye el nivel plasmático libre y total del triptófano y la carbazepina hace lo contrario. El triptófano se convierte en serotonina y ésta actúa sobre el humor. También la fenitoína tiene efectos mayores sobre el metabolismo del folato que la carbazepina y esto tiene implicaciones contrarias al humor y al conocimiento. 12

Es conocido que los efectos adversos del fenobarbital son mayores sobre la conducta5 que sobre la función cognitiva, no obstante estar también presentes.13

Bourgeois5 encontró una alta incidencia de droga elevada en rangos tóxicos en la serie de niños que tenían dificultades cognitivas. Existen trabajos en que se ha estudiado la influencia de la concentración de carbazepina sobre las funciones cognitivas en pacientes no epilépticos y se ha encontrado una influencia negativa con concentraciones elevadas. Las bajas concentraciones no guardan relación con disfunción cognitiva. 14 También se ha tratado de establecer si las variaciones de su concentración durante el día, tienen repercusión sobre la función cognitiva,15 sin que se encuentren efectos sobre ésta.

SUMMARY
With the aim of knowing the influence of antiepileptic drug therapy on learning outcomes, 30 children with partial epileptic crisis that go to normal primary schools, were studied. These data were collected in family interviews: antiepileptic drug therapy used, dose in blood, and academic outcomes in the last school course correlated with the variables studied with the multiple correlation test. Twenty four children (80 %) received monotherapy treatment, and six (20 %) received politherapy. Phenytoin significantly correlated (p < 0.005) with M school outcomes. There is a relation of the increased drug levels in blood with the worst academic results.
Key words: EPILEPSY/drug therapy; INTELLIGENCE/drug effects; CARBAMAZEPINE/adverse effects; CARBAMAZEPINE/blood; PHENYTOIN/adverse effects; PHENYTOIN/blood; PRIMIDONE/adverse effects; PRIMIDONE/blood; PHENOBARBITAL/adverse effects; PHENOBARBITAL/blood; LEARNING.


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Recibido: 14 de diciembre de 1995. Aprobado: 11 de enero de 1996.

Dra. Elia Margarita Pestana Knight. Santa Isabel número 138, entre Dos de Mayo y Manzanedas, Matanzas, Cuba.
1. Especialista de I Grado en Neurología.
2. Doctor en Ciencias. Especialista de II Grado en Neurología.
3. Licenciado en Psicología.
4. Licenciada en Farmacia.
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© 2007 1999, Editorial Ciencias Médicas
Revista Cubana de Pediatría v.68 n.1 Ciudad de la Habana ENE.-ABR. 1996
Instituto de Neurología y Neurocirugía, Ciudad de La Habana


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