lunes, 4 de junio de 2007

NEUROPSICOLOGÍA DE LA EPILEPSIA; REVISTA NEUROL

Artículo Rev Neurol Volumen.43 Número.S01 Pág.S059. Fecha de publicación.10/10/2006
Neuropsicología de la epilepsia: ¿qué factores están implicados? Jaime Campos Castelló. La puedes encontrar en www.revneurol.com

(PEQUEÑO RESUMEN; ESTE ARTÍCULO LO CONSTITUYEN 12 PÁGINAS EN FORMATO WORD O PDF)

Introducción. El niño epiléptico triplica el riesgo de presentar problemas cognitivos de otras patologías neurológicas dependiendo de tres hechos: el efecto de la propia epilepsia, los déficit neuropsicosociales previos asociados y el efecto adverso del fármaco antiepiléptico (FAE).
Cierto deterioro se acepta universalmente, sin concretarse factores relevantes productores, generalmente multifactoriales. Analizamos la relación neuropsicología/ epilepsia en neuropediatría.

Desarrollo. La relación epilepsia/comportamiento debe considerarse una excepción y no la regla, salvo que coexistan trastornos de personalidad y/o deficiencia mental. Los efectos cognitivos de los FAE dependen del fármaco, de la dosis utilizada y de la polifarmacia; estos efectos son tanto adversos como favorables. Las diferencias entre fármacos son criticables, ya que dosis adecuadas monitorizadas producen efectos adversos generalmente leves, valorados fiablemente (MIDDRA). El tiempo de escalada es importante, en especial con algunos nuevos FAE. Los mecanismos de producción son variados, pero el conocimiento del mecanismo de acción mejora el funcionamiento cognitivo gracias al control de la crisis. En la infancia existen reacciones cognitivas idiopáticas. Las principales son disminución del tiempo de reacción y del procesamiento de información con alteración de la memoria, la atención y el lenguaje.

Conclusiones. La epilepsia se asocia a diversos problemas cognitivos generalmente leves. La edad de inicio, el tipo de síndrome, la etiología, la respuesta terapéutica y la polifarmacia son elementos multifactoriales condicionantes de efecto adverso. Precisamos baterías de tests que pronostiquen el futuro y controlen evolutivamente la cognición durante el tratamiento. Los efectos adversos de los FAE sobre la cognición y la conducta son generalmente modestos; pueden ser importantes para un niño determinado.


(...)
EFECTOS INDESEABLES DE LOS FÁRMACOS ANTIEPILÉPTICOS: ASPECTOS COGNITIVOS,
ATENCIONALES Y MOTIVACIONALES
Los efectos de la medicación antiepiléptica, ya advertidos por
Lennox [11], sobre las funciones cognitivas han sido sujeto de
numerosos estudios en los últimos 30 años [12]. Estos efectos
dependen del fármaco en sí, de la dosis utilizada y de las asocia-
ciones de fármacos; estos efectos pueden ser tanto beneficiosos,
caso de la carbamacepina (CBZ) sobre las tareas visuopercepti-
vas [13], como negativos. En general, entre los llamados 'anti-
epilépticos de primera línea'se consideran como más dañinos el
fenobarbital (PHB) y la fenitoína (PHT), y como con menos
efectos secundarios la CBZ y el ácido valproico, si bien no
siempre se ha conseguido contrastar este hecho.
Por lo que respecta a los nuevos FAE, se ha señalado la difi-
cultad de su comparación a través de los diversos ensayos clíni-
cos, por lo que la decisión final de su uso se aconseja que sea
valorada individualmente para un control superior de las crisis
con los mínimos efectos secundarios; estos FAE muestran efec-
tos adversos que predominantemente afectan al sistema nervio-
so central, aspectos psiquiátricos y sistemas generales del orga-
nismo; llama la atención que el topiramato (TPM) y la lamotri-
gina (LTG) muestran el mayor nivel de efectos adversos de todo
tipo tanto en el grupo que toma el fármaco activo como el del pla-
cebo; se señala que el uso riguroso del vocabulario COSTART
para definir estos trastornos multiplica el número de efectos
adversos, mientras que éstos disminuyen si se utiliza....

(...)

EFECTOS SECUNDARIOS DE LOS FÁRMACOS ANTIEPILÉPTICOS EN NIÑOS
Los efectos adversos del tratamiento antiepiléptico en la infan-
cia merecen un capítulo aparte ya que los resultados de las
investigaciones con adultos no son extrapolables a los niños.
Aunque al hablar de los efectos secundarios de los FAE sobre el
funcionamiento cognitivo ya hicimos algunas referencias a la
infancia, creemos de utilidad tratarlo de forma más amplia.
Existe un subgrupo de niños epilépticos con riesgo de pade-
cer alteraciones cognitivas debidas, entre otras causas, al trata-
miento antiepiléptico [57]. Los problemas observados suelen
referirse a deficiencias cognitivas específicas más que a una dis-
función cognitiva generalizada. Aunque las variables clínicas de
las crisis epilépticas han sido las que más interés han desperta-
do como factor etiológico de las alteraciones cognitivas del niño
epiléptico, es bien sabido que el tipo de fármaco empleado en el
tratamiento antiepiléptico tiene también un papel esencial en
este campo de estudio. Las disfunciones cognitivas contribuyen
al desarrollo de trastornos de aprendizaje y problemas psicoso-
ciales que condicionarán la vida académica y personal del niño.
La evaluación neuropsicológica se convierte así en un instru-
mento de gran utilidad, porque puede ser una guía valiosa para
el tratamiento y para una intervención educativa o conductual.
A pesar de que existen diferencias individuales importantes
en la respuesta al tratamiento, podemos establecer unas puntua-
lizaciones generales de presentación de efectos secundarios con
los diferentes fármacos antiepilépticos en niños.
El criterio más común [58] es que los barbitúricos (y la PRM
relacionada con ellos) encabezan la lista de efectos adversos
sobre la conducta. Tanto la irritabilidad como la agitación y la
disforia son los síntomas más frecuentemente observados; pue-
den alcanzar tal magnitud que en ocasiones los padres suprimen
la administración del fármaco sin comunicarlo previamente al
médico. También se han encontrado efectos secundarios del PHB,
tales como alteraciones características del sueño. Otros datos
señalan la aparición de trastornos conductuales en niños con el
uso de PHB [26], especialmente hiperactividad (42%), aunque
es preciso hacer notar que el 18% de niños que no reciben este
tratamiento desarrolla un trastorno de conducta, comúnmente la
hiperactividad. Respecto a alteraciones cognitivas, existen estu-
dios donde se observa una disminución del rendimiento intelec-
tual. Aunque en adultos el principal efecto del PHB es la seda-
ción, en niños se produce un efecto paradójico y puede aparecer
insomnio y actividad hipercinética (79% de los casos), sobre
todo en varones [59]. El PHB suele exacerbar la agresividad y la
sobreactividad. El patrón de comportamiento incluye signos de
distracción, acortamiento de la atención, fluctuaciones de hu-
mor y estallidos agresivos. Sorprendentemente, este tipo de pro-
blemas puede aparecer incluso en lo que podría considerarse un
rango bajo o subterapéutico, si bien es cierto que las alteracio-
nes conductuales aparecen con mayor frecuencia en niños que
presentan una disfunción cerebral orgánica o déficit. Respecto a
las funciones cognitivas, se encuentran especialmente alteradas
en niños, sobre todo la memoria a corto plazo, la concentración
y la atención sostenida. También se ven afectadas las tareas per-
ceptivomotoras con relación a la concentración sérica de este
fármaco.

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