El nacimiento antes de tiempo puede pasar una factura mayor de lo que se creía, sobre todo en forma de problemas cognitivos
LA VANGUARDIA.ES
Marta Ricart; 14/03/08
Los avances médicos logran que sobrevivan cada día más niños nacidos prematuramente; pero ese nacimiento tiempo puede pasar mayor de lo que se creía, sobre todo en forma de problemas cognitivos que perduran años después. Así lo evidencia un reciente estudio francés. Corrobora lo que han ido constatando en los últimos años las unidades de neonatología, aseguran médicos consultados, que señalan que es necesario un mayor seguimiento de los niños prematuros y que los sistemas sanitario y educativo les ayuden a superar sus déficits.
En los países europeos, se estima que en torno al 10% de nacimientos son antes de la semana 37 de gestación - a partir de la que se considera que el parto es en el plazo normal- y entre el 1,1% y el 1,6% antes de la semana 33. Un feto se considera que tiene posibilidades serias de supervivencia (sin gravísimas secuelas) desde la semana 26 - y hasta la 24, según los casos-.
Un estudio de universidades y hospitales franceses, publicado en el último número de la revista The Lancet,constató que en niños prematuros se da un mayor porcentaje de problemas de neurodesarrollo y otras deficiencias. Pasados cinco años, se mantienen las deficiencias y necesitan más atención médica o psicológica. El estudio analizó 2.904 nacidos entre las semanas 24 y 32 de gestación de nueve regiones de Francia y los comparó con 667 niños nacidos en las semanas 39-40. Pasados cinco años, se les hicieron pruebas médicas y psicológicas. El 39% de nacidos en las semanas 24-32 tenía deficiencias frente al 11% de nacidos en las semanas 39 y 40. De esos prematuros, el 5% tenía graves discapacidades (como parálisis cerebral total o graves deficiencias sensoriales), el 9% moderadas y un 25% leves. Cuanto más prematuros, obtenían más bajas puntuaciones en el test psicológico realizado (a los cinco años) de capacidades intelectuales cotidianas. Y el 33% de prematuros requería cuidados especiales frente al 16% de los nacidos en el plazo normal. De los prematuros de 24-28 semanas, el 42% exigía cuidados especiales.
"Siempre se había creído que a los niños prematuros que sobrevivían sin graves secuelas al poco de nacer les iría bien, no tendrían secuelas futuras. Pero, al hacer estudios a más largo plazo, se está viendo que un porcentaje elevado sufre problemas, sobre todo de neurodesarollo, que se acaban traduciendo en dificultades cognitivas o de aprendizaje que no dejan que los niños desarrollen como otros sus capacidades", asegura Eduard Gratacós, jefe de medicina maternofetal del hospital Clínic de Barcelona.
"Si un bebé nace a las 26-28 semanas de gestación, las posibilidades de supervivencia son del 60-80%, según el caso y centro, pero un 40% de nacidos padecerá secuelas", confirma Vicente Molina, jefe de pediatría de USP Institut Dexeus.
"Las secuelas más graves ya se detectan antes de los 18 meses, las menos graves pueden pasar más desapercibidas a la familia o hasta a los pediatras hasta más adelante", señala Molina. Con todo, advierte que se deben tener en cuenta también los riesgos de secuelas en los niños menos prematuros (de las semanas 34 a 36), pues a veces se minimizan sus problemas y no se les hace el seguimiento adecuado.
Los médicos señalan que es más relevante el plazo de gestación que el peso para determinar el riesgo de secuelas (un bebé de 28 semanas pesan unos 900 gramos y uno de 33 unos 2.300).
"El problema, apunta Gratacós, es que, cuanto más prematuro es el nacimiento, menos maduros están sistemas del organismo del bebé". En el estudio francés se ha constatado que a mayor prematuridad más secuelas y más graves. El cerebro es un punto débil - de hecho se desarrolla hasta los 18 años-. También el corazón. Molina agrega que la maduración del sistema pulmonar es lo que marca más (define si el bebé se oxigena bien o no, sobre todo el cerebro) y es lo que lleva más tiempo madurar (no está antes de la semana 33).
Gratacós y Molina apoyan las conclusiones del estudio de los investigadores franceses, que apunta que la conciencia del riesgo de secuelas en los niños prematuros debe servir para que la sociedad arbitre sistemas sanitarios y educativos de seguimiento y ayuda para que puedan superar sus deficiencias y desarrollarse. Ahora, si las secuelas no son graves, muchos niños no reciben cuidados extra.
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